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BARCELONA

Koundé y Araújo, retratados en un despropósito de defensa

Firmaron en la Supercopa una actuación para olvidar en un retaguardia que esta temporada hace aguas. El Barça ya ha encajado 34 goles en 28 partidos oficiales disputados esta temporada.

RIAD (ARABIA SAUDÍ), 14/01/2024.- El delantero del Real Madrid Vinicius Junior (d) juega un balón ante Jules Koundé (i) y Ronald Araújo, ambos del Barcelona, durante la final de la Supercopa de España que Real Madrid y FC Barcelona disputan este domingo en el estadio Al Awwal Park de Riad, en Arabia Saudí. EFE/Juan Carlos Cárdenas
RIAD (ARABIA SAUDÍ), 14/01/2024.- El delantero del Real Madrid Vinicius Junior (d) juega un balón ante Jules Koundé (i) y Ronald Araújo, ambos del Barcelona, durante la final de la Supercopa de España que Real Madrid y FC Barcelona disputan este domingo en el estadio Al Awwal Park de Riad, en Arabia Saudí. EFE/Juan Carlos Cárdenas Juan Carlos CárdenasEFE

El Barça no aprende. No reacciona. Y no será porque no hayan saltado las alarmas desde hace tiempo. Xavi Hernández lleva muchos partidos lamentando la fragilidad de su equipo en defensa y los errores individuales que han condenado al conjunto azulgrana en más de una ocasión esta temporada. Pero los jugadores parece ser que no se dan por aludidos. Porque lejos de mejorar, o como mínimo intentarlo, el despropósito va en aumento.

Lo de ayer en la final de la Supercopa de España dejó con las vergüenzas al aire a la defensa del Barça por enésima vez esta temporada. El equipo atrás tiene un problema, y grande. La retaguardia es casi tan blanda como la mantequilla fuera de la nevera. Ante el Real Madrid, dos de los mejores defensores del FC Barcelona quedaron especialmente retratados. Nos referimos a Koundé y Araújo, que están totalmente desconocidos, muy alejados de su nivel y de lo exigible en un equipo con los objetivos del azulgrana. Su noche fue horrible.

Como en anteriores duelos ante el Madrid, Xavi apostó por meter a Araújo en la banda derecha para frenar las incursiones de Vinicius y situó a Koundé de central, en teoría la posición donde más cómodo se siente. Pero todo saltó por los aires justo al empezar el partido con los dos goles del brasileño, que no ocupó el extremo derecho si no que se movió por el centro sin que Xavi rectificara nada.

El francés quedó retratado en el primer gol rompiendo el fuera de juego y dejándose ganar la espalda con excesiva facilidad. Lejos de mejorar, durante casi todo el partido estuvo lento, blando y nervioso. Coronó su desastrosa actuación ‘asistiendo’ a Rodrygo en el cuarto gol, en un despeje dentro del área muy defectuoso. El charrúa está totalmente desconocido. De ser un defensa implacable e infranqueable, hoy en día cualquiera le hace un traje. Cometió un penalti por un pequeño agarrón a Vinicius, que le costó la primera amarilla, y en el minuto 70 fue expulsado por cometer una falta sobre el brasileño.

Koundé y Araújo estuvieron mal pero Christensen y Balde tampoco se salvan. El danés estuvo lento y con el paso de los minutos su rendimiento fue cayendo. Tampoco aportó nada en la salida de balón y atrás estuvo titubeante. No es casualidad que Xavi apostara por darle la titularidad a Iñigo Martínez durante muchos partidos de la temporada porque Christensen está lejos del nivel que exhibió la temporada pasada. Balde, que acabó el duelo contra Osasuna con molestias, apenas sumó nada en ataque y en defensa sufrió. Está en un muy mal momento de forma.

Los números defensivos del FC Barcelona son una calamidad. En la Liga, el equipo ha encajado 22 goles en 19 partidos, en la Champions, seis en seis partidos, cuatro en la Supercopa de España y dos más en el único partido disputado de la Copa del Rey frente al Barbastro. En total son 34 goles recibidos en 28 partidos oficiales.