Kondogbia desaparece del mapa
El centroafricano no ha sumado ningún minuto en los cinco últimos partidos que ha estado disponible. Antes del parón era clave, después apenas juega.
El parón mundialista ha marcado un antes y un después en el Atlético. El equipo rojiblanco pasaba en noviembre por su uno de sus peores momentos en toda la era Simeone tras caer en Cádiz, Oporto, quedando fuera de la Champions, y Mallorca y empatando en casa contra un Espanyol que jugó una hora en inferioridad numérica. El Cholo aprovechó ese tiempo para ver fútbol, reflexionar, recargar las pilas y tomar decisiones. Volver a una idea de fútbol con mayores similitudes a la del título 2020-21 ha sido una apuesta clara.
Más posesión, salida de balón desde atrás, presión más alta y tres nombres propios: Mario Hermoso en el centro de la zaga, Koke volviendo a ejercer de pivote y Griezmann jugando con libertad de movimientos y en su mejor nivel. Ambos han respondido y su notable aumento de nivel ha sido clave para que los rojiblancos sumen diez triunfos en los 15 partidos disputados desde que Argentina se proclamó campeona del mundo. El Atlético solo ha caído ante el Barcelona en Liga y contra el Real Madrid en Copa en la prórroga y con un controvertido arbitraje.
Sin embargo, esa modificación del Cholo conlleva también daños colaterales. La posición de Koke ha liberado el espacio para un futbolista más creativo a su lado, aumentando el protagonismo de Pablo Barrios, que se ha ganado una ficha de la primera plantilla, también de un De Paul mucho mejor que antes de levantar el Mundial o de Lemar regresando al puesto del título de Liga. Y, si en algún momento Simeone busca un pivote posicional al lado del capitán, ha elegido a Witsel. El belga tiene ese perfil de posesión, seguridad en el pase y gusto por la pelota.
Todo ello ha dejado en una encrucijada a Kondogbia. El centroafricano era una pieza muy importante antes de que se detuviese la competición. En octubre había sido titular contra Brujas, Athletic, Rayo, Betis, Bayer Leverkusen y Cádiz, un mes donde se había asentado como el pivote titular. Y, pese a que fue uno de los pocos jugadores que se quedó en Madrid trabajando con Simeone, el regreso de los internacionales le relegó al banquillo y su papel ha venido a menos semana tras semana. Kondogbia disfrutó de su última titularidad el 18 de enero en Copa contra el Levante. Contra el Valencia, su exequipo, se cumplen exactamente dos meses sin salir en el once.
Desde entonces, su papel se ha reducido a 31 minutos contra el Valladolid, 37 en el derbi de Copa contra el Real Madrid, donde 30 fueron en la prórroga, y 3 ante Osasuna. Los últimos cinco partidos que ha estado disponible (Getafe, Celta, Athletic, Sevilla y Girona) no ha saltado al césped por decisión técnica. Es decir, 71 minutos en ocho partidos en dos meses. Esa pérdida de protagonismo le sitúa actualmente como el decimoquinto futbolista de la plantilla en minutos (1.348). Y, de seguir así, continuará perdiendo posiciones. El curso pasado fue el octavo que más jugó (2.602) y dejó actuaciones brillantes, incluidas en Champions contra Manchester United y City. Ahora ha quedado relegado al ostracismo. Con un único partido a la semana y tantas variantes en el medio se le ha puesto cuesta arriba. Trabajar y potenciar la competencia interna, el único camino que le queda a Kondogbia para volver a ser protagonista.