Koke, director de orquesta
El regreso del capitán devuelve el ritmo, la jerarquía y el cerebro al Atlético. De un triunfo en cuatro partidos sin él a cinco de cinco en su vuelta. Medio con más asistencias desde su debut.
El centro del campo del Atlético tiene una piedra angular, un metrónomo y un imprescindible que porta su brazalete de capitán: Koke. Cuando el vallecano está sobre el césped todo fluye de manera natural, más ordenado, siguiendo los cánones de Simeone. Su mano sobre el césped que tanto se nota cuando falta. Este curso, Koke se ha perdido cuatro partidos por lesión. El Atlético ha ganado uno (Rayo), empatado dos (Betis y Lazio) y cayó en Mestalla. El curso pasado sumó un triunfo en sus sus siete ausencias. Y el Cholo no es de creer en las casualidades.
En el fútbol, pocas veces las hay. Esta temporada, en los seis partidos que el capitán ha aparecido en el once el Atlético se ha hecho con la victoria. Si bien es cierto que contra el Granada tuvo que salir sustituido a los siete minutos, su regreso de la enfermería se produjo en el momento más necesario. Con la lesión de Pablo Barrios en Roma, el Atlético se quedaba sin timonel. Su capitán volvía sin ritmo, pero en un momento en el que los nervios se apoderaban del equipo tras el gol de Provedel, portero de la Lazio, que evitaba la victoria en Champions y las malas sensaciones contra el Valencia en la goleada por 3-0.
En el horizonte asomaba el Real Madrid. Pero, 45 minutos con Koke son una bendición para su técnico. Le situó de titular para salir a morder, a buscar las bandas y los centros a la espalda de los centrales. Victoria balsámica y la sensación de haber recuperado las riendas del juego. Perder el derbi era alejarse de la cabeza. Ganarlo, un subidón de adrenalina. Ante la concentración de bajas de la plantilla, no hubo respiro para Koke en Pamplona. Partido completo y otra victoria. Una hora contra el Cádiz antes de completar los duelos frente a Feyenoord y Real Sociedad. Pese a los 31 años, es momento de exprimir al capitán. Y ante el equipo txuri-urdin dejó la fantástica asistencia para que Lino abriese el marcador.
“Son once años que venimos hablando de Koke y lo seguiremos haciendo porque tiene jerarquía, compromiso, entiende el juego y cuando tiene la posibilidad de estar bien desde lo físico nos da muchas soluciones en el juego. Muchos me han criticado que juegue de mediocentro bajo, pero si el mediocentro bajo juega bien, el equipo tiene posibilidades normalmente de hacer las cosas bien”, explicaba Simeone a la conclusión del encuentro. Las criticas no son nuevas a la hora de hablar de Koke. No es ni el más rápido, ni el más guapo ni el más fuerte. Pero sí el más imprescindible. Dos victorias en once partidos sin él.
El medio más asistente
“Cuando juega Koke, el equipo lo nota. Le necesitamos a ese nivel. Todavía le falta un puntito para que esté al cien por cien, pero tenemos a nuestro capitán en el campo. Necesitamos de esos pases al espacio, porque los tiene. Por eso está para romper el récord de asistencias aquí en el Atleti y que siga así”, indicaba su inseparable Griezmann, uno de los jugadores que más agradecen su presencia. Desde la vuelta del capitán, ha marcado cuatro goles en cinco partidos.
Si la presencia de Koke se puede justificar desde lo intangible, el corazón del equipo, las estadísticas están de su parte. Según los datos de Opta, desde su debut con el primer equipo en la 2009-10, Koke es el centrocampista que ha dado más asistencias en LaLiga (79). Once más que Parejo, su primer perseguidor. Y eso que ha ido retrasando metros y perdiendo llegada. Suma 593 partidos oficiales con la camiseta rojiblanca, próximamente se convertirá en el único en superar la barrera de los 600.
Su contrato finaliza dentro de ocho meses, pero no hay prisas. “De mi renovación, tranquilidad, estoy muy contento aquí, disfrutando de mi último año (de contrato), mi idea siempre ha sido retirarme en el Atlético de Madrid y seguro que no habrá problema”, explicaba tras ganarle al Feyenoord. Un encuentro donde comentaba que “he pasado de cero a cien en cinco semanas, porque son muchas semanas sin competir”. Ahora llega el momento de bajar el ritmo por unos días. Cualquier mínimo constipado es un drama para la estructura colchonera. Pese a lo que se pueda escuchar de fuera. Koke es su director de orquesta.
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