Kirian marcó el gol de todos
La emoción del 20 de Las Palmas tras abatir al Granada simboliza el trayecto vital de un jugador que hace un año luchaba por superar un linfoma de Hodgkin.
Un terremoto emocional sacudió al deporte español hace poco más de un año, el dos de agosto de 2022, cuando Kirian Rodríguez anunciaba que padecía un linfoma de Hodgkin. Este gravísimo problema de salud requería, por supuesto, de un inmediato abandono de la práctica futbolística profesional para centrarse en exclusiva en superar dicha dolencia. Ese mismo día, el centrocampista tinerfeño empezó una carrera de obstáculos que salvó con la misma elegancia con la que juega, afanado en su tarea, acaso haciendo de su trayecto vital un ejemplo evocador para propios y extraños.
Quemando etapas igual que toca la pelota, con un talento demoledor, tras las vacaciones de Navidad se fue integrando poco en la dinámica de trabajo de un grupo de futbolistas, el de Las Palmas, que nunca le fue ajeno, pues su presencia en la Ciudad Deportiva, haciendo bicicleta o trotando a medida que los médicos se lo permitían, era más que habitual. Era, solamente, un compañero en compás de espera. Sus amigos esperaban ansiosos la vuelta del amigo caído.
Su regreso se iba mascando poco a poco, aunque tampoco había necesidad de forzar nada. Una vez tuvo el alta médica completa empezó a coger una fuerza que se desbordó aquel 1 de mayo, en Zaragoza, cuando regresó a un césped que apenas abandonó durante las siguientes cuatro jornadas, las últimas de la temporada, en las que acabó siendo tan decisivo como el que más en el ascenso de Las Palmas.
Semanas después se confirmó su renovación por tres temporadas y entonces sí, un año después, empezó la temporada en igualdad de condiciones. La dificultad, claro, es mucho mayor, tremendo el salto de nivel una vez estás en Primera División. Tampoco es que Kirian hubiera dejado de alumbrar con su fútbol, el mejor de su equipo en este arranque liguero junto al omnipresente Álvaro Valles. Entonces llegó el Granada a Gran Canaria, y ayer hizo acto de presencia, otra vez, esa justicia poética.
Tenía que ser Kirian, en cualquier bella historia, quien protagonizara la primera victoria de Las Palmas en este regreso a Primera División, donde él también debuta. A la sexta fue la vencida. A la épica y la heroica, con su pierna mala, la izquierda, el 20, ayer capitán una vez Jonathan Viera abandonó el césped, ese que tanto les gusta disfrutar juntos, marcó el gol de todos. El que tanto anhelaba toda Gran Canaria. “Estoy muy feliz. Me acuerdo de todo: del año pasado, de la gente, de todos… La verdad, es un momento muy bonito”, dijo, tan emocionado y la voz quebrada, a las cámaras de Dazn una vez acabó el partido. El emisario divino hizo acto de presencia una vez más. La gracia que tiene jugando no la pierde ni delante de un micrófono. “Es un momento muy bonito por todos, por el año pasado, por volver a Primera, porque sean los primeros tres puntos de la temporada. Porque sea otra vez desde fuera del área, parece que desde dentro no sé…”, dijo, riéndose. Sus lágrimas, su pícara sonrisa, su gol. Tantas almas en una sola para que Kirian marcara el gol de todos y lo celebrara con esas lágrimas de pasión y vida que pellizcan el alma.