Kike Pérez y el valor de la confianza: “Ha cambiado todo”
El centrocampista del Real Valladolid se encuentra en un buen momento, aunque no se conforma con su rendimiento actual.
Podría decirse que Kike Pérez está siendo la principal irrupción del Real Valladolid en la presente campaña. El toledano, que recibió este jueves el premio que decide la afición al mejor jugador del mes de septiembre, lleva en apenas ocho jornadas más de la mitad de los minutos máximos disputados con el primer equipo blanquivioleta. El centrocampista lo achaca “a la confianza”, la que acompaña a la oportunidad recibida esta temporada, y no oculta: que “ha cambiado todo”.
“Hubo años complicados; el primero, con el descenso, nos perjudicó a todos, y el año pasado, por las lesiones y porque el equipo estaba muy bien, me costó entrar”, recordó. El actual Kike recuerda al que brilló en el Promesas y tiene prendada a la afición, como demuestra el reconocimiento recibido. “Parece que ese trabajo está hecho, pero se puede volver para atrás y cambiar la opinión. Yo estoy muy contento con el trato que tienen conmigo”, aseveró.
A pesar del buen momento que atraviesa, su intención es más concreta que “intentar dejarlo todo en cada partido”, ya que una de las cosas que tiene “en mente” es ayudar más de cara a puerta, ya sea marcando goles, en primera persona, o dando asistencias. “Me quedan muchas cosas por hacer”, insistió, sin conformarse con su rendimiento actual y sabedor, también de que en algún momento puede perder el sitio. “Tenemos un grupo muy bueno y todos vamos a aportar nuestro granito de arena para conseguir el objetivo. El año es muy largo”, considera.
Ambición al margen del dibujo
Las buenas sensaciones que está teniendo Kike Pérez, para él, son ampliables a las del equipo, a pesar de no haber sido capaz de trasladarlas en el marcador ante el Betis. “Once contra once, estuvimos mucho mejor que ellos. Nos faltó llegar un poco más a puerta en los últimos minutos. El cansancio y la ansiedad nos pasaron algo de factura”, lamentó, eximiendo de responsabilidad al cambio de dibujo. “No creo que fuera por eso”, confesó.
A la repentina reapertura del debate sobre el sistema el futbolista manchego respondió quitándole hierro y recordando que Pacheta les traslada “sus pensamientos”, que intentan llevar a término independientemente de esos matices. “Él es el que manda y nosotros intentamos hacer lo que nos pide. Con tres centrocampistas es verdad que tienes más control, pero en cualquier momento, por la situación de partido, puede cambiar”, aventuró.
Este domingo, frente al Espanyol, el Real Valladolid tiene una nueva cita, en la que quiere mantener el tono, a sabiendas de que no será fácil. “Va a ser un partido bastante complicado. Están por detrás en la clasificación, con necesidad de puntos y ganas de ganar en su casa. Tenemos que estar tranquilos, tener el control del juego e ir a por el partido desde el primer momento”, algo que el equipo ya viene haciendo, aun con la asignatura pendiente de “mejorar el registro goleador” en su propia casa.