Kasper Dolberg, el séptimo jugador danés de la saga del Sevilla
El malogrado fichaje de Lauridsen pudo haber sido el primero en 1980 y Nelsson estuvo a punto de ser el predecesor del delantero este mismo mercado de verano.
Dolberg, que se presentó en sociedad en el minuto 56 con la derrota sentenciada en el Sánchez-Pizjuán ante el Barcelona, se convirtió en el séptimo danés en la historia del Sevilla. El fichaje malogrado en 1980 de Lauridsen pudo haber sido ser el primero de la lista. Monchi se hartó del pulso del Galatasaray y la saga no la continuó Victor Nelsson, que debería haber sido el predecesor de la perla del Ajax, que necesita tomar un impulso en su carrera.
Ángel Castillo, secretario técnico en el Sevilla de Montes Cabeza, se embelesó del rubio Lauridsen en un encuentro con su selección. Fernando Goywaerts, su representante belga que había jugado en el Madrid y el Barcelona, acompañaba al espía nervionense en una época de seguimientos rudimentarios. Hanne, la esposa del centrocampista, aún no había acabado sus estudios y frenó el traspaso. Hablaba español de sus veranos en Málaga, factor que decantó poco después la incorporación al Español, así llamado antes del cambio de denominación.
Hombre muy familiar, que jugaba en el desconocido Esbjerg, tampoco quería desvincularse de su abuela. El destino quiso que el barco que les llevaría a Inglaterra para mudarse al Ipswich Town de Bobby Robson, vigente campeón de la UEFA, no saliera del puerto por una tormenta de nieve en diciembre de 1981. El Español acabaría deleitándose de un talento descomunal en el viejo Sarriá por cuatro millones de pesetas.
Más de tres lustros después Rytter abrió la cuenta. Lateral derecho de buenas condiciones, pero muy joven, sucumbió a los problemas que martirizaron al Sevilla de la campaña 96/97. Camacho había descrito al jugador antes de que debutara con una frase lapidaria: “Es como todos los daneses”. Se quedó en Segunda antes de marcharse al Wolfsburgo.
Miklos Molnar, un peculiar ariete de carreras alocadas, llegó a coincidir con Rytter. 15 goles en 44 partidos en la travesía más dura de la historia del club en el último cuarto de siglo. Era una auténtica bestia física, por eso acabó haciendo triatlón. El salto de calidad de estas versiones nórdicas lo representa Christian Poulsen, un todoterreno que facilitaba las innumerables subidas de Dani Alves al ataque. Tenía pulmones para repartir y un sentido táctico magistral. El ambiente del Sánchez-Pizjuán en aquella memorable eliminatoria con el Schalke 04 cautivó al danés, que desechó una oferta superior del Milan. Confesó que le había quedado clavada la espinita de la final de Eindhoven que le arrebató su nuevo equipo. En Glasgow se desquitó.
Krohn-Delhi sería el cuarto. Veterano de 32 años, fue una pieza para relevos de calidad en el plantel desde el verano de 2015. La primera temporada jugó a gran nivel a las órdenes de Unai Emery. Sufrió una grave lesión en Donetsk en las semifinales europeas. Berizzo, que lo conocía de su etapa en el Celta, no fue capaz de recuperar su mejor versión. El danés regresaría a Galicia, pero al Deportivo.
Kjaer, más bonito que bueno, fue el quinto danés de la lista. Procedente del Fenerbahçe en 2017, acabó como una decepción de dos ejercicios, hizo escala intermedia, como cesión, en la Atalanta antes de proseguir su carrera en la Serie A con el Milan. Y Delaney llegó hace dos veranos del Borussia de Dortmund. Genera desencanto porque sus prestaciones en Alemania y con la selección auguraban un mejor rendimiento. Entre lesiones y falta de continuidad, no acaba de cuajar. Ejerce de cicerone de Dolberg, que desveló durante la clásica guía de bienvenida en el Sánchez-Pizjuán que su gran ídolo es Luis Fabiano. Salió del Niza a préstamo para relanzar su carrera, que tan alto apuntaba en el Ajax. Pertenece a la última hornada exitosa que alcanzó las semifinales de la Champions League. El Tottenham de Pochettino le dejó sin la final inglesa de 2019 ante el Liverpool.