Joselu se estrena, Puado sentencia y Raúl de Tomás aún no aparece

Rocoso, solidario y punzante. La innegociable intensidad del Espanyol de Diego Martínez que vienen predicando el propio técnico y sus futbolistas empieza a ser una realidad, como la cima que se adivina desde el campo base, tres semanas después del inicio de la pretemporada y a otras tres del estreno liguero. Ante el Lille, una prueba de toque tal como el campeón de la Ligue 1 2020-21, mantuvieron los pericos la imbatibilidad –270 minutos dura ya–, brillaron de nuevo los canteranos, exhibieron unos mecanismos cada vez más coordinados y sincronizados, y pudieron culminar con goles. El de Puado, premio a la insistencia. Y el de Joselu, que se estrena así con el Espanyol, a la espera de que entre en acción un Raúl de Tomás presente en la convocatoria pero ausente en el banquillo.

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Enseñaron primero sus colmillos los ‘Dogues’, con un remate de Gomes en una vertiginosa acción de Bamba que desbarató acertadamente Lecomte. Pero el protagonismo real fue para las dagas. Para los cuchillos que exhibieron por las bandas Rubén Sánchez y Omar, con un brutal rendimiento fuera de sus posiciones naturales, como extremo uno y en el lateral zurdo el otro. Otro puñal, en forma de preciso pase al espacio de Simo, a punto estuvo de convertirlo en gol Puado, el otro gran actor de la primera mitad, ya que si en la primera ocasión fue Leo Jardim quien desbarató su clarísima llegada, en segunda instancia fue el palo lo que le separó del 1-0.

Cada vez con menos cambios, y con el partido más avanzado, en el Espanyol repitieron hasta ocho de los titulares solo un día y medio antes contra Las Palmas: Lecomte, Óscar Gil, Simo, Cabrera, Omar, Keidi, Vini Souza y Puado. No así un Raúl de Tomás que figuraba en la lista de convocados, pero a quien no se vio ni en el banquillo ni calentando entre los suplentes.

Deberá seguir esperando el estreno del goleador en este verano de constante renovación y evolución en el juego por parte de un Espanyol que contuvo al peligroso Jonathan David y que supuso salir airoso del ahogo al que el Lille le sometía en la salida de balón. Los pases largos, a la cabeza de Joselu, se confirman como una buena fórmula para las transiciones, con ese trivote Vinicius-Keidi-Darder a tres alturas perfilándose a toda máquina para la Liga. Más poderoso cada día que pasa el brasileño al corte y más ofensivo el albanés, que intentó sorprender con un chut seco pero alto.

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Fue la antesala del 1-0, en que volvió a evidenciarse la lucha del Espanyol por cada balón. Aprovechó Joselu el rechace de un derechazo de Rubén, que repelió como pudo Jardim, para de media vuelta batir al guardameta brasileño del Lille.

Una vez abierto el tarro de las esencias, tanto el del delantero de origen alemán con el Espanyol como del partido, le entró al conjunto perico lo que se le había negado. Que se lo digan a Puado, autor de un golazo al definir por encima de Jardim tras un excelente pase al espacio del omnipresente Rubén.

La réplica de Jonathan David, tres minutos después, no solo tuvo como consecuencia una felina parada de reflejos de Lecomte, sino la salida del terreno de juego de Óscar Gil por molestias. A un cuarto de hora para el final, volvió a mostrar su seguridad el cancerbero francés en una llegada de Bamba.

Dio entrada Paulo Fonseca en el tramo final a Momo Bayo, fichado este verano por 14 millones, y a Timothy Weah, hijo del mítico atacante del Milán, para tratar de reducir distancias. Pero fue Luca Warrick, el compatriota de Jonathan David, quien a punto estuvo de batir a Jardim en el primer palo, a 12′ para el final. No se movió más el marcador, como sí se mueve hacia la Liga el barco de Diego Martínez.