Joaquín y Mourinho, la historia de un abrazo 18 años después
El portugués y el portuense se reparten halagos casi dos décadas después de que el técnico fuera a Sevilla para intentar fichar al extremo verdiblanco.
“Nadie desde fuera puede pensar que tiene 41 años”. Son palabras de José Mourinho sobre Joaquín Sánchez. El técnico se rinde a la figura del futbolista del Betis tras el enésimo cruce de caminos entre ambos. Pero hubo un día en que casi trazaron el mismo. Hace casi 18 años. Cuando el portugués viajó hasta Sevilla en dos ocasiones para tratar de llevarse al Chelsea al extremo bético. Fue en 2004 y ese deseo no fraguó. Ayer, cuando Joaquín fue cambiado durante el Roma-Betis de Europa League, el técnico no dudó en abrazar de forma cariñosa y sentida a la leyenda verdiblanca. Otro técnico de prestigio rendido al futbolista del Puerto de Santa María.
Hay mucha historia en un abrazo que fue uno de los detalles significativos del Roma-Betis del Olímpico. Mourinho no titubeó ante el micrófono de Movistar a la hora de justificar ese instante: “Con 41 años, tiene esa alegría de jugar con calidad. Yo tengo mucho respeto por estos jugadores como Joaquín o Zlatan Ibrahimovic, futbolistas que siguen por amor al fútbol, no por un euro más o un euro menos”. La respuesta del capitán verdiblanco llegó minutos después: “A estas alturas, independientemente de todo, uno sigue jugando por amor a unos colores, por la satisfacción personal que se siente al vestir la camiseta del Betis. Es lo más grande que me puede dar ahora mismo el fútbol. Voy a tratar de disfrutar de estos momentos hasta el final. Me hace seguir siendo futbolista”.
Joaquín vivió su tercera titularidad en la Europa League. Un tres de tres en la competición continental que refleja que su presencia en el equipo no es decorativa a sus 41 años. Tiene un sitio en el plan de Pellegrini y sigue despertando halagos por parte de todos. “Me ha felicitado, me ha dado un abrazo y he sentido su cariño. La admiración que nos tenemos es mutua. Nos conocemos desde hace mucho, es una satisfacción personal que un entrenador con la carrera de Mourinho te dé un abrazo y te felicite. El cariño personal es grande”. Fue Joaquín el que decidió no aceptar ese ofrecimiento del Chelsea hace 18 años. Un no a Mourinho que impidió que ambos caminasen juntos en la caza de éxitos. El abrazo del Olímpico muestra que ambos supieron trazar esa línea hacia la leyenda.