João, entre suplentes en su vuelta
El portugués, que esta mañana volvía al Atlético tras su fallida cesión al Chelsea, para ponerse a las órdenes del Cholo, fuera del partido diez contra diez con el que terminó la primera sesión rojiblanca en San Rafael.
A las diez y media de la mañana, el sudor perlaba ya por completo el cuello de Koke, que corría tras un balón entre las porterías pequeñas que delimitaban el ejercicio de ataque-defensa dispuesto por el Cholo. La primera sesión del Atlético en la que será su estadía de una semana en Los Ángeles de San Rafael comenzaba con cambio, nada de campo de golf, carreras sin resuello de hoyo en hoyo y foto de llegada en los buggies, y con morbo, el regreso de João Félix tras su divorcio total con el Cholo y una cesión que no calibró en el Chelsea, además de durar dos horas con muchos detalles. Hubo gimnasio, balón, carreras y grupos. Hubo un futbolista que llegó tarde, Carrasco, quien llegaría al campo mediada la sesión y no con el resto de internacionales (De Paul, Nahuel, Morata, Savic y João) a las 7:45 en el Hotel Sierra Segovia para unirse a los demás.
Ni Oblak ni Memphis pisaron una hierba en la que sí se vio trabajar con los recuperadores y ritmo de carrera a Giménez, además de a Reinildo, que apareció casi al final de la sesión para continuar la recuperación de su rodilla con el readaptador aparte. Ni se vieron gestos de acercamiento o palabras entre João Félix y Simeone. El entrenador estuvo enfocado prácticamente solo en un grupo, ese que nutrían nombres como los de Koke, Griezmann, Correa, Savic, Nahuel, Hermoso, Saúl y Carrasco, toda la mañana de trabajo. João Félix trabajó con el otro, aquel en el que estaban los laterales y los chavales. Y Lemar, Lino, Lodi y el portugués. Unos gestos que, por el contrario, sí dedicó el argentino a Carrasco cuando llegó a San Rafael mediada la sesión. Le fue a saludar, le bromeó, le introdujo en esa línea de cinco que se intuye en piedra ya en su cabeza, nada que ver con el cero contacto que, a la vista de aficionados y prensa, tuvo con João.
Dos descartes: Lodi y João
Un João que obedecía y acataba muy serio pero apenas se mezclaba. En su equipo, mientras, llamaba la atención Azpilicueta, quien acaba de llegar y ya se dirige a todos por sus nombres, los chavales también. Gismera, por ejemplo, era Aitor. El lateral fue uno de los más destacados en el entrenamiento, por su actitud y aptitud. Javi Galán demostró energía y hechuras de acero. Soyüncü también convenció en los ejercicios defensivos. Simeone sí que lo hacía, mientras, mezclar titulares y suplentes aunque la táctica la realizara con un equipo que sonaba muy al tipo de la temporada pasada: Nahuel, Savic, Witsel, Hermoso, Carrasco; Koke, Saúl; Correa y Griezmann. Fue cuando la sesión terminaba y el argentino promovería un partido de diez contra diez con una decisión llamativa: que lo jugarían por un lado ese grupo del que el argentino había estado pendiente todo el tiempo, Nahuel, Savic, Witsel, Hermoso, Carrasco; De Paul, Koke Saúl; Griezmann y Correa y, por otro, Lino, Azpilicueta, Mouriño, Soyüncü, Galán; Llorente, Lemar, Barrios; Giuliano y Morata y que, de ‘los mayores’ hubiera dos descartes. Uno sería Lodi, otro João. De momento no hay ofertas en firme por él. De momento esta tarde le toca repetir en el campo 1 de Los Ángeles de San Rafael con el que es su equipo: el Atleti del Cholo.