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RAYO VALLECANO I ENTREVISTA AS

Isi Palazón: “Dudé si podía valer para este deporte”

El extremo del Rayo charla con AS antes del partido frente al Espanyol sobre cuando se planteó dejar el fútbol, su marcaje a Lewandowski o su identificación con la afición franjirroja.

Isi Palazón posa para AS.
INMA FLORESDiarioAS

Isaac Palazón (Cieza, 27 años) ha llegado a la élite a base de trabajo y esfuerzo. Con 19 años se volvió a su pueblo después de que le echaran de las canteras del Real Madrid y del Villarreal. Empezó de nuevo. Subió a Segunda con la Ponfe de Bolo y a Primera con el Rayo, un ascenso que tiene tatuado. En ocho años ha pasado de trabajar en el huerto a cubrir a Lewandowski. El viernes cumplirá 104 partidos con el Rayo, frente al Espanyol, una de sus víctimas favoritas.

-¿Cuál es el secreto para puntuar contra el Barcelona?

-El secreto está en correr más que ellos. En intentar hacer las cosas bien, sobre todo, Andoni, que le da mucha importancia a lo táctico. Hicimos un partido impecable en el Camp Nou y tener esa fortuna, que no tengan su día de cara a gol. Frenamos a Lewandowski y Raphinha, y Dembelé, que son jugadores top mundial. El año pasado también salió bien los dos partidos que nos enfrentamos y ojalá que siga así por mucho tiempo.

-¿Cómo defendió a un delantero como Lewandowski?

-Cuando estás jugando con tanta concentración, no me doy cuenta ni a quién tengo en frente. Me dicen desde el cuerpo técnico que tengo que defender a Lewandowski e intento hacer que no meta gol con la máxima concentración y siempre dentro de lo permitido. Estoy leyendo muchos comentarios del supuesto penalti que sigo sin ver por ningún lado. Estoy muy tranquilo, lo hice lo mejor que pude y ahí está el resultado.

“Tengo que defender a Lewandowski e intento hacer que no meta gol con la máxima concentración y siempre dentro de lo permitido”

Isi Palazón, jugador del Rayo

-Llegó al Real Madrid con 13 años y al año le echaron, ¿cómo lo vivió?

-Era una etapa muy temprana y vivía todo con mucha intensidad, para lo bueno y para lo malo. Cuando me ficharon era el niño más feliz del mundo y cuando decidieron no contar conmigo era el niño más triste del mundo. Tuve que volver a mi pueblo, y escuchas comentarios que no son los más agradables. Pasé un tiempo un poco fastidiado por el hecho de decir “te vas del equipo de tus sueños”, pero a la vez, aprendí mucho y me sirvió para cuando estuve en Villarreal.

-Estuvo cuatro años en Villarreal hasta que lo echaron, pero ¿qué características de su juego aprendió en Villarreal?

-Futbolísticamente hablando el juego interior. Desde el momento en el que llegué, los entrenadores siempre me inculcaron su metodología de juego, el Villarreal en eso es el número uno. Las perfilaciones por dentro, y ahora el jugar a pierna cambiada me ha dado mucha más experiencia a ese nivel. Es fundamental para mi tipo de juego, y las orientaciones de balón. Ha sido lo que más aprendí allí y está siendo fundamental para mí a día de hoy.

-Hay que tener mucha fortaleza mental para sobreponerse a los comentarios negativos cuando volvió a su pueblo.

-Ahí fue un punto más difícil que el anterior del Real Madrid. Era mucho más consciente de las cosas, era el segundo varapalo que me llevaba en mi carrera deportiva, y te hace pensar las cosas en el sentido de “sinceramente yo valdré para este deporte”. Es muy difícil llegar al mundo del fútbol y yo veía amigos que había tenido en el Villarreal, que se habían quedado por el camino. Lógicamente te da que pensar, pero tuve un apoyo muy fuerte de mi familia, de mis amigos y eso me hizo seguir creyendo en mí. Pasé un largo tiempo un poco fastidiado, pero lo intenté sacar adelante y salió bien.

-¿Fueron sus amigos y su familia lo que le hicieron sacarlo adelante?

-Sí. Sin ninguna duda. Yo siempre lo digo, siempre intento que ellos estén presentes en todos mis logros porque estuvieron también en las malas épocas. Siempre los hago partícipes de mis éxitos porque para mí han sido fundamentales en este camino.

-Después el Murcia, luego la Ponfe, con ascenso Segunda con Bolo de entrenador, hábleme de él...

-Mi primer año en Ponferrada no fue del todo bueno. Todavía no había llegado Bolo, llegó en la segunda temporada. Me llama, se presenta: “Hola, soy Jon Pérez Bolo, entrenador de la Ponferradina, cuento contigo, vamos a hacer un gran año, seguro que vas a ser importante...” y ya me dio la sensación de que realmente iba a ser un año bonito. Hicimos grandes fichajes, jugadores con hambre y al final, conseguimos el objetivo. Bolo ha sido un entrenador que me ha hecho confiar en mí mismo, en que soy un gran jugador. Me hizo ver en ese momento que podía dar muchísimo más, que mi margen de mejora era muy grande y me hizo creer en mí y apostar por el fútbol profesional que eso es muy importante para un jugador.

Isi Palazón en la entrevista con AS.
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Isi Palazón en la entrevista con AS. INMA FLORESDiarioAS

-Llegó al Rayo y alcanzó el ascenso a Primera, que tiene tatuado en la pierna.

-Me tatué este verano en mi pueblo. Fue un éxito, sobre todo, por la forma en la que lo conseguimos. Todos nos daban por muertos. Recuerdo una entrevista a mitad de semana, que ya habíamos perdido en casa y dije: “seguro que el domingo estaremos celebrando el ascenso” y el periodista se quedó impactado con mis declaraciones, pero es que lo tenía seguro. El lunes siguiente de perder aquí en casa contra el Girona (1-2), tenía una sensación, mira se me pone la piel de gallina, de que llegamos Santi y yo al vestuario y empezamos “vamos chavales” como si no hubiese pasado nada porque lo teníamos tan claro de que íbamos a ascender. Lo que había pasado el anterior partido frente al Girona había sido una tragedia futbolística. Por suerte, se dio así y pudimos disfrutar.

-Es zurdo, pero juega a pierna cambiada y le gusta meterse por dentro.

-Viene de mi etapa del Villarreal, que jugaba de mediapunta, y de mediocentro. El juego interior en Villarreal era muy importante para su metodología y he ido adaptándome tirándome en banda. No me considero un jugador rápido, pero sí potente. Eso hace que no esté tan pegado a línea de cal y en el fútbol moderno cada vez hay más jugadores que parten de banda y se meten por dentro. Eso hace dudar al lateral, a la gente de mediocampo del equipo rival y cada vez estoy cogiendo mayor experiencia, y me estoy adaptando mejor. Me encuentro más cómodo y tengo mayor sensación de crear peligro.

-¿Qué tal su relación con Balliu?

-Muy bien. Ha sido un descubrimiento. He tenido grandes compañeros de lateral: Son, Luis Advíncula, Mario Hernández...Creo que la conexión con Balliu está siendo buena porque yo le dejo todo el carril para él. Él es más rápido que yo y le gusta llegar a línea de fondo, aunque cuando recibo me la está pidiendo constantemente (risas), pero nos entendemos bien. Él me ayuda a mí en ataque y yo a él en defensa y eso es fundamental para el fútbol de hoy.

“La conexión con Balliu está siendo buena, él me ayuda a mí en ataque y yo a él en defensa y eso es fundamental”

Isi Palazón, jugador del Rayo

-Andoni dijo que es el jugador más complicado de arbitrar en un entrenamiento...

-Soy muy competitivo y tengo mucho carácter. Soy muy impulsivo y al final, suelo meterme por dentro, llevo el balón pegado al pie y en seguida que noto una patadita me dejo caer y al final el míster no va a estar interrumpiendo todo el entrenamiento, es lógico. Como yo cuando voy perdiendo soy tan quisquilloso (risas), siempre tenemos alguna, pero se queda en los entrenamientos. Él sabe que yo siempre quiero ganar hasta en los entrenamientos porque soy ambicioso.

-Le apodan el Robben de Vallecas...

-Eso lo he leído alguna vez en Twitter (risas). Ojalá llegara yo a ser Robben. Él era zurdo, y recuerdo que en la época de Robben yo estaba en el Madrid y más o menos hacía siempre la misma, pero él cogía el balón mucho más abierto en banda y ya siempre hacía la diagonal. A mí me gusta cogerlo más dentro.

-Este fin de semana se enfrenta al Espanyol, al que en Segunda le marcó dos goles...

-¡A nuestro compañero Diego López! Cuando llegó aquí me dijo “este año ya no me vas a meter más goles” y le digo “pero me tendrás que sufrir en los entrenamientos”. El Espanyol es un club histórico en Primera División, como el Rayo, y siempre me ha gustado por su forma de jugar, y por su afición. Es un equipo guerrero y siempre me ha llamado la atención. Cuando voy al estadio nuevo que tienen me encanta y por suerte para nosotros, se me da bien. Espero que el viernes también haga un gran encuentro.

-Los aficionados del Espanyol le tienen un poco de miedo.

Sí. Algo he leído por redes. A mí me gusta que la gente opine, pero cuando ya pasan el límite de faltas de respeto no lo entiendo, pero hoy en día la gente lo da como normal, pero no tengo que estar leyendo comentarios hacia mí, mi familia, o sobre si me tengo que lesionar. No solo es sobre mí, sino sobre miles de jugadores que leo a diario.

-¿Cómo lleva los comentarios negativos por redes sociales?

Antes lo llevaba mucho peor, ahora intento centrarme en lo positivo, aunque obviamente, cuando te mencionan algunos te salen, pero intento estar al margen de eso porque no vas a estar contestando a todo el mundo. Entiendo que los mensajes constructivos son para fortalecer, pero cuando te faltan el respeto no entiendo ese tipo de mensajes y más cuando están detrás de algún perfil falso. Entiendo que en algún momento alguien tendrá que hacer algo.

-¿Cuál es su objetivo personal para este año?

-Individualmente mejorar las estadísticas del año pasado. Intentar ver más gol, dar más asistencias, y ayudar más al equipo. En lo colectivo, mejorar los datos de la temporada pasada en cuanto a clasificación. El equipo cogió mucha experiencia este año, muchos éramos nuevos el año pasado en Primera. Fue un gran año, pero creo que esta temporada podemos mejorar los datos del año pasado en cuanto a clasificación y números.

-¿Qué es lo que más le ha sorprendido de la afición del Rayo?

-No es resultadista, les da igual el resultado. Tú pierdes un partido y ves que lo han dejado todo y te animan como el que más, están contigo hasta el final y eso es muy importante para nosotros, ver que aunque no salgan las cosas como queremos en algún partido, están contigo siempre. Eso a la larga te va a dar más cosas buenas que malas. Es lo que más me ha llamado la atención, la seña de identidad. Me identifico mucho con el barrio, con la afición y yo también intento dar lo máximo.