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SEVILLA

Isco enseña el camino

El centrocampista malagueño es la luz entre tanta sombra del Sevilla y de su magia depende buena parte de la continuidad de Julen Lopetegui. Marca diferencias en el equipo.

Papu Gómez bromea con Isco y Suso.
Toni Rodríguez

Recién alcanzada la treintena, Isco Alarcón vuelve a lucir en Sevilla como aquel futbolista maravilloso que alcanzó la excelencia en Málaga hace casi una década y que por momentos también bordó el gran fútbol luego, cuando fichó por el Real Madrid. Libre de contrato en la Casa Blanca, el de Arroyo de la Miel ha vivido un verano de rumorologías que terminó cuando se acercaba el final del mercado y había renunciado a ofertas económicas mucho más suculentas porque tenía dos intenciones prioritarias: seguir en España y seguir, también, jugando Champions. Y esto último, quitando el Bernabéu, el Camp Nou y el Metropolitano, sólo se lo ofrecía Nervión.

Si alguien puede paliar la delicada situación del Sevilla y, en consecuencia, la de Lopetegui, ése es Isco. Su fichaje despertó en Nervión casi por igual ilusiones y sospechas. Lo quería con todas sus fuerzas Julen, que había disfrutado de su versión más superlativa en el Real Madrid (pocos meses) y, sobre todo, en la Selección española.

Pero en la planta noble de la entidad había muchos recelos, sobre todo cuando pedía un sueldo desorbitado. Con el paso del verano y una evidente bajada de caché (como fijo, cobrará ‘sólo’ alrededor de un millón de euros neto), las posturas se fueron acercando y el jugador terminó en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Y a pesar de las muchas manchas que se le ven al traje de planificación de este año, lo de Isco parece un gran acierto, a día de hoy al menos.

A su repertorio de regates, pases de calidad (suma sólo una asistencia, pero sólo por el mal tino de sus delanteros, a los que ha puesto en ventaja muchas más veces) y capacidad para temporizar le falta sólo de momento el gol. Cierto es que Lopetegui obliga al malagueño a labores de intendencia en un equipo al que le falta fuelle a menudo en el centro del campo. Pero Isco ha aparecido por el área contraria y sobre todo por su borde, que tanto y tan bien ha aprovechado en el pasado para chutar y golear. Hoy, en un escaparate como el del Atlético y aunque esta semana ha entrenado menos por precaución, tiene una nueva ocasión de estrenarse en las redes con la camiseta blanquirroja.