Indignación en el Madrid por el codazo de Borja Iglesias a Bellingham
El club considera que la acción debió revisarse y terminar en roja. Se señala una acción similar con Lamine Yamal en la que se expulsó a Cabrera. Era el 61′, antes de la roja a Fran García

Es una mezcla entre la autocrítica y la crítica. El Real Madrid amanece asumiendo que el equipo no estuvo a la altura. Que fue el peor partido de la temporada en el Bernabéu. Que la imagen no puede repetirse. Y a la vez, hay discrepancias con decisiones arbitrales. Con varias, pero sobre todo una: el codazo de Borja Iglesias a Bellingham. Uno que dejó la ceja de Jude ensangrentada. Que le obligó a tener que abandonar el campo. Una acción que se saldó sin tarjeta.
Sucedió en el 61′, con 0-1 en el marcador, pero antes de la expulsión de Fran García. Justo antes. Se podría decir, de hecho, que fue el principio del descontrol. Porque de ahí, se pasó a la amarilla a Bellingham por “acceder al terreno de juego sin autorización”, como detalla Quintero González en el acta. Jude accedió al recibir luz verde por parte del cuarto árbitro, pero este tiene que venir directamente del árbitro principal y al no ser el caso, es amarilla.
Codazo en la ceja
El partido se calentó, enloqueció y se desató el frenesí. Fue el desenlace de una acción que sigue dando mucho que hablar: Borja Iglesias braceó en una disputa de balón, impactando con el codo en el rostro de Bellingham. “En el momento, ni he notado el impacto; pero le he debido dar justo en la ceja... él me ha dicho que ya había visto que había sido sin querer, pero si me hubiesen preguntado en el momento, 100% habría dicho que no le he tocado”, analizaba Borja Iglesias en zona mixta. “¿Es roja?“, se le repreguntaba. “Yo diría que no”, zanjó.

“Fuerza excesiva”
En Chamartín discrepan. Se considera que no se aplicó correctamente el reglamento: al haber lesión −en este caso, sangre−, la acción debió revisarse. Quintero González debió acudir al VAR a ver la imagen. No sucedió. Desde el club se acrecienta la indignación, al señalar a una acción de Cabrera con Lamine Yamal en el RCDE Stadium: entonces, Soto Grado acudió al 16:9 de la banda y expulsó a Cabrera por roja directa. El argumento: “Fuerza excesiva”. Para el Real Madrid, criterios dispares.
El CTA matiza
Desde el CTA se discrepa con esta contundencia: el mero hecho de que exista sangre no implica que la acción deba terminar en el VAR. Se pone como ejemplo el impacto de Vinicius con Iñaki Peña: hubo sangre y no se consideró una acción de VAR. El CTA transmite que la herida puede ser una pista de que algo ha sucedido, pero no un determinante tan tajante. Lo que se debe interpretar es la violencia del braceo, así como la intencionalidad. A partir de ahí, el debate es lícito. La acción de Cabrera con Lamine Yamal fue “fuerza excesiva”; la de ayer, no. Interpretaciones.
Algo que escama en el Madrid, donde se transmite que es una prueba más de que los criterios son asimétricos. El Real Madrid-Celta sigue coleando; sigue candente. El Madrid fue, ayer, el segundo equipo de toda la Liga que termina un partido con más amonestaciones (seis y dos rojas), que faltas (seis). Sólo por detrás del Betis, en el RCDE Stadium (seis amonestaciones y cuatro faltas). “El árbitro nos ha desquiciado”, manifestaba Xabi Alonso en rueda de prensa. Quien no suele hablar de los árbitros. Pero sí lo hizo de Quintero González. Y eso resume el termómetro.
Noticias relacionadas
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp.
¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí




Rellene su nombre y apellidos para comentar