R. MADRID-R. SOCIEDAD | ILLARRA
Illarramendi: “Tras el Madrid, en la Real fui recuperando la confianza”
Desde Dallas, “muy contento” en su nuevo equipo, Illarra atiende a AS para analizar un partido “siempre especial”. Una vida como ‘txuri-urdin’, con un paréntesis blanco.
Con una sonrisa aparece al otro lado de la pantalla Asier Illarramendi, puntual a su cita con AS. A sus 33 años, el de Mutriku abandonó en una decisión meditadísima la Real Sociedad. Quería continuar y tenía claro el dónde: la MLS. Apareció el FC Dallas y no lo dudó un segundo. El inglés, “ahí va”, reconoce entre risas, pero esa es su intención, vivir una nueva experiencia y, sobre todo, empaparse de una nueva cultura e idioma. Toda una vida como txuri-urdin, excepto sus dos años en el Real Madrid. Llegó como estrella de la España campeona de Europa Sub-21, a cambio de 32 millones y una mochila llena de expectativas. La confianza en sí mismo le jugó una mala pasada, pero mira hacia atrás con entereza. “A veces dudas de tus capacidades y eso me pasó en el Madrid”, reconoce. La Real Sociedad, donde volvió en busca de esa confianza, fue un paso vitamínico para recuperar el vuelo. Brilló, y sufrió con las lesiones en el tramo final, pero sobre todo disfrutó. Ahora quiere hacerlo en Texas, donde está “muy contento”. Con el Real Madrid-Real Sociedad en el horizonte, Illarra lo analiza en este periódico. Un duelo “siempre especial” para él que le hace desempolvar el baúl de sus recuerdos. Entre ellos, la intrahistoria de la simpática instantánea con su cuadrilla en día de su presentación con el equipo blanco.
¿Cómo se encuentra en Dallas?
Llevo casi un mes y desde el primer día muy bien, en el equipo y en la ciudad. El entrenador y varios del cuerpo técnico son españoles, también un par de jugadores y mucha gente que habla español. La adaptación ha sido rápida. Aunque la ciudad deportiva está a media hora de Dallas, nos hemos quedado en el centro a vivir.
¿Y con el inglés, qué tal?
Ahí ando (risas). Queríamos probar algo diferente después de haber estado toda la vida en la Liga España. Y a eso venimos también, a aprender inglés.
¿Qué le hizo decantarse por la MLS y Dallas?
Llevo toda la vida en la Liga española. Veía que se estaba acabando mi ciclo en la Real Sociedad y quería dar otro paso, salir de allí y probar otra Liga. Tenía ganas de venir a Estados Unidos, cambiar de cultura e idioma. Quería algo nuevo para mí y a última hora apareció el Dallas y no me lo pensé. Por ahora estoy contento. Ahora afrontamos el último tramo de Liga, con un montón de partidos seguidos y esperamos terminar bien el campeonato.
¿Cuáles son las principales diferencias del fútbol de Estados Unidos con el europeo?
Quizás algo más en lo táctico. Los equipos en las primeras partes suelen estar mejor tácticamente, pero a partir del minuto 60 se rompen bastante más que en la Liga española. Son partidos más de ida y vuelta, más físicos, pero la gran diferencia está en lo táctico. Hay jugadores que tienen un gran despliegue físico y son talentosos, pero donde noto más diferencia es ahí.
¿Fue importante tener el apoyo de Nico [Estévez, el entrenador] para tener una mejor adaptación o quería la MLS bajo cualquier circunstancia?
Quería la MLS, pero llevaba tiempo mirando los equipos, analizando todo un poquito y también me hablaron de Dallas un tiempo atrás. Si no tienes la oferta no tienes nada, pero apareció Dallas, pude hablar con Nico, con el director deportivo y todo el staff. Todo lo que me contaron sobre el equipo y la ciudad me convenció, aunque no hacía mucha falta para que me viniera. La verdad es que estoy muy contento.
Vamos a rebobinar un poco. ¿Ha estado alguna vez más nervioso que el día de su despedida de la Real Sociedad?
Quizás sí. Yo creo que el día de la presentación con el Real Madrid estaba más nervioso. El día de la despedida era un momento difícil, dejar atrás todo lo vivido, saber que no vas a estar en el día a día con tus compañeros y tus amigos, gente a la que quieres mucho. Nervioso no estaba, pero es verdad que en esos momentos me cuesta un poco más hablar.
¿No le queda la espinita de no haber jugado la Champions con la Real?
No me da pena. Sentía que había acabado mi ciclo allí y estaba convencido del paso que iba a dar. Echando la vista atrás, estoy convencido de todo lo que había dicho. Por una parte sí me da pena no jugar la Champions con la Real después de tantos años allí, pero al final era una decisión a la que le había dado muchas vueltas y lo hice convencido.
¿Hizo más fácil el adiós al haber podido despedirse sobre el césped, después del calvario de lesiones?
Pasé por momentos jodidos porque tuve un par de lesiones graves y ninguna de las recuperaciones fueron normales. Se alargaron los plazos y seguía con algo de dolor. Hubo momentos complicados. Yo siempre pensaba que el tiempo lo curaría todo y a pesar de que se alargó todo un poco más de lo que me gustaría, es bonito acabar tu historia en la Real jugando, en el campo y diciendo adiós a toda la gente que te ha animado durante todos estos años jugando. Guardo un bonito recuerdo de ese último partido.
Ese último día debe ser especial.
Todo el día iba pensando que sería la última comida con el equipo, la última charla, la última siesta, el último masaje… que era la última vez que iba a hacer todo. Los que vivimos el fútbol sabemos que tiene que llegar un día en el que tienes que decir adiós a todo. Pero la vida sigue y ahora me toca darlo todo aquí en Dallas. Estoy motivado e ilusionado, que para mí era lo más importante. Por ahora estoy muy contento.
Volviendo a esos momentos complicados de los que hablaba, ¿cómo gestiona mentalmente todo ese tiempo fuera del campo?
Por suerte nosotros en la Real teníamos un coach deportivo que me ayudó bastante. Estuve año y medio sin poder jugar y sin tener buenas sensaciones y no paran de llegarte mensajes negativos. Yo siempre pensaba que el tiempo lo curaría todo. Aunque durante el proceso tienes muchos altibajos, siempre pensaba que el trabajo daría sus frutos. En el día a día intentaba hacer lo que me decían, con el tratamiento y en el gimnasio. No todos tienen esa suerte. Hay lesiones que aunque hagas todo lo que está en tu mano no le das la vuelta…
Vamos a ponernos ahora en el supuesto de que no se hubiera ido de la Real. ¿Cómo vería ese grupo en la Champions con Inter, Salzburgo y Benfica?
Son equipos que tampoco conozco mucho. Contra el Salzburgo jugamos en su día en Europa League, en una eliminatoria que nos ganaron y pasaron ellos. Pero sí veo un grupo competitivo. El Inter es un equipo duro y el Benfica también. Pero viendo el año que hicimos la temporada pasada y cómo se ha reforzado, la Real puede ganarle a cualquiera.
Pero antes hay otro partido en el horizonte. ¿Los Real Madrid-Real Sociedad siguen siendo especiales para usted?
Sí, siempre son especiales. En el Madrid sólo estuve dos años y en la Real llevo desde los 13, que han sido 20 años. Es diferente, pero son partidos especiales. Tengo amigos en los dos equipos y enfrentarte a ellos siempre es especial.
¿Qué recuerdo le viene de su etapa en el Real Madrid? ¿Son más recuerdos alegres o sinsabores?
Alegres, alegres. Al principio me costó. Por ejemplo, ahora veo un salto más grande venir de San Sebastián a Dallas, que cambia todo, pero en su día me pareció un salto al Madrid. Yo venía de un pueblo pequeñito y me iba a vivir a una ciudad y a un equipo como el Madrid que tiene una magnitud enorme. Sentía que di un salto más grande que el que he dado ahora. Deportivamente me hubiese gustado que me hubiera ido mejor, pero cuando las cosas no van como te gustaría, aprendes más. Sacas más de los momentos difíciles. Lo veo como un aprendizaje: en esos años crecí mucho en lo futbolístico y como persona.
Antes me hablaba de los nervios del día de su presentación. ¿Cuál es la intrahistoria de aquella foto con toda su cuadrilla de (31) amigos?
(Risas) Cuando fiché por el Madrid estaba en el pueblo y me vinieron los amigos, que querían estar allí. Hablé con ellos y querían ir más de los que pensaba. Fueron en autobús y en principio iban sólo a la grada, a ver y ya está. Pero justo el día de la presentación, esa mañana me preguntó Florentino quiénes venían aparte de la familia. Les dije que unos amigos y él: “Pues que pasen al palco”. Yo: “No, que son muchos, eh”. Y él: “Da igual, que pasen todos”. Fue muy bonito. Un día muy especial para compartir con la gente que quieres.
Una buena anécdota. Seguro que han comentado mucho el momento entre amigos.
Sí. Y cada vez que hay una presentación me suelen etiquetar en Twitter (risas).
Usted llega al Madrid con la etiqueta de “sucesor de”. En su caso, de Xabi Alonso. ¿Es una carga demasiado pesada para el futbolista joven cuando se hacen este tipo de comparaciones o es algo que va en el oficio?
Al final es algo inevitable y más en el Madrid. Siempre buscan compararte con alguien. En mi caso quizás sí me perjudicó un poco. Las expectativas eran altas. Yo venía de hacer un gran año en la Real y en el Europeo [ganó el Sub-21 de 2013 con Lopetegui en el banquillo de una selección que contaba con Carvajal, Nacho, Isco o Morata, entre otros]. Al llegar al Madrid justo me lesiono el primer día, luego no arranco del todo bien y poco a poco fui perdiendo confianza en mí mismo. Era la primera vez que me pasaba algo así, que no confiaba mucho en lo que podía dar. Para mí era algo nuevo y me costó darle la vuelta. Allí por suerte me ayudó mucho Javi Coll.
Llega a reconocer que le faltó valentía en el Madrid. Es una declaración muy valiente en sí misma. ¿Lo sigue pensando?
Sí, es algo que viene con mi carácter. No soy una persona de mucho carácter o muy echado para adelante. Quizá eso [el tener carácter] en el Madrid te ayuda. Sobre todo al principio. Hay que aprender de todo. A mi me pasó ahí y ya me hubiera gustado que hubiera ido mejor, pero así son las cosas.
¿Y cómo le reciben en el vestuario? ¿Quiénes le ayudan más?
Cuando fiché, por suerte había estado en el Europeo y había estado con Carvajal, Nacho, Isco, Morata… Hicimos buena piña los jóvenes. También Xabi y Arbeloa trataron que nos sintiéramos todos como en casa. Se portaron genial.
Desde fuera se señala mucho un partido en concreto, el de Dortmund. ¿Cree que le pudo llegar a marcar?
Puede ser que me afectara un poco. Pero aún así, no es solo yo. Jugamos todos bastante mal y es verdad que después del partido, el mayor señalado fui yo. Pero bueno, así es el periodismo en parte. Yo he jugado después partidos peores y con más cantadas. Pero bueno, son cosas que pasan y hay que seguir hacia adelante.
Aunque usted mismo lo dice, aprendió mucho en el Madrid. ¿Con qué se queda de sus años allí?
Todo lo vivido, lo aprendido. Para mí era un salto grande. Compartir tiempo con los mejores, aprender de ellos, ver el día a día de otra manera. Y en lo personal, el salir de casa, de tu zona de confort, hacer otras amistades… Todo era nuevo para mí, fue la primera vez que salía de casa y me quedó con todo eso.
¿Cree que se valora poco esa parte personal de un futbolista joven cuando salen de casa, de su zona de confort?
Sí, así es. Y hoy en día se le da más importancia ya. Yo creo que a raíz de lo que ocurrió con Simone Biles se le da más importancia a lo mental, a que los deportistas no somos máquinas. Somos personas, como cualquiera, y a todos nos puede pasar. Puedes fallar porque estás mal con tu pareja, porque estás lejos de tu familia…, por muchas cosas.
Y cuando llega el momento de salir del Madrid, ¿era la Real Sociedad sí o sí?
Sí, sin duda. Porque en el Madrid fui perdiendo confianza en mí mismo y yo necesito que los que están a mi alrededor confíen en mí. Yo sabía que eso pasaría en la Real, sabía con quien me iba a encontrar. Si hubiera ido a otro equipo era un poco lo mismo: gente diferente, entrenador diferente… En la Real sabía que todos desde el presi a los directivos, confiaban mucho en mí. Necesitaba sentir todo eso.
¿Llega a sentir alivio cuando, después de los dos años en el Madrid, recupera su nivel?
Al final es lo que siempre digo. Tus capacidades no mejoran o empeoran, lo que cuenta es lo mental y la confianza que tienes en ti mismo. Hay veces que por diferentes circunstancias dudas de tu capacidad y eso me pasó en el Madrid. En la Real fui recuperando la confianza y esos años de vuelta los disfruté un montón.
Allí en el Madrid vivió de cerca el origen de la sociedad Modric-Kroos. ¿Ya se veía que empastaban bien desde el principio?
Sin duda. Es muy difícil estar en el once del Madrid durante tantos años. Han ganado cuatro o cinco Champions y eso no lo hace cualquiera. Sólo por números y títulos no se les puede decir nada.
Ahora están teniendo menos minutos.
Sí que están teniendo menos minutos, pero la temporada es larga y serán fundamentales. Ahora están jugando los más jóvenes, pero la experiencia es necesaria en determinados momentos.
¿Qué opina de ese batallón joven: Camavinga, Tchouameni…?
Los veo muy bien y este año lo están demostrando. El fútbol va un poco más a lo físico. Antes quizá la técnica te bastaba con algo menos de físico, pero hoy está claro que lo físico tiene cada vez más importancia. Ahora los chavales que vienen de abajo dan más importancia a ese tipo de trabajo, porque sin él es difícil jugar tantos partidos en primera e incluso llegar.
Por parte de la Real, uno de los más destacados es Kubo. Desde fuera parece un personaje. ¿Es tan divertido como aparenta?
O más (risas). Es lo bueno. Take ha dado vueltas en la Liga y mira dónde encontró su sitio. Ya se vio el año pasado. Está a gusto y es un jugador diferencial. Esperemos que siga así que desde fuera estamos disfrutando de él.
¿Hablaban de su pasado blanco?
No, no. Que va. No cometamos mucho, lo mío era echar la vista muy atrás (sonríe).
¿Cuál es su recuerdo más alegre en la Real?
No te sé decir un partido. Es verdad que la final de Copa (ganó la Real al Athletic por 1-0) fue especial, pero el día anterior me lesioné y no pude disfrutar del partido de la misma manera. Diría que el encuentro contra Osasuna, que fui titular después de la lesión. En Anoeta además y me salió un buen partido. Me quedo con la ovación al ser sustituido.
Sería extraño vivir la final desde fuera...
Más nervioso que desde dentro. Cuando juegas, sea o no un buen partido, sientes que estás haciendo algo y estás corriendo, pero fuera estás comiendo pipas (risas). Es verdad que estás un poco más nervioso. Por suerte salió todo bien. En los últimos minutos no pude ver el partido en directo con los nervios, pero al final saltamos y celebramos con el pitido final, por suerte.
¿No lo vio?
No, no, me metí dentro. No me gusta cuando el partido está en esa situación. Estoy un poco más nervioso que de normal.
Volviendo al partido. Si tuviera que advertir a Ancelotti, ¿cuál es el mayor peligro de esta Real?
Creo que no es un jugador, sino un equipo. Todos trabajan en ataque y defensa. El primer defensa es el delantero y lo mejor de la Real es eso, el equipo. Hay jugadores como Take, diferenciales, que están en un gran momento, pero no puedes centrarte sólo en Take. Los demás también juegan.
¿Qué es lo que más echa de menos cuando piensa en la Real?
Los amigos. Eran compañeros de equipo, pero me llevaba con todos genial. Con el cocinero, los fisios, el médico… Con todos. Echo de menos eso, el no compartir mi día a día con ellos. Pero sé que el día de mañana los tendré ahí y por esa parte estoy tranquilo.
Y ahora, póngase en la piel de Imanol. ¿ A quién quitaría del Madrid?
Ahora mismo, Bellingham. Ha empezado como un tiro, metiendo un montón de goles. Vinicius no llega. Vini es un jugador diferencial y por suerte para la Real no estará. Si tengo que quitar a uno, Bellingham. Pero más allá de eso, el Madrid tiene un gran equipo.
¿Se sigue la liga allí, es fácil ir al bar a ver un partido?
Es complicado. Aquí el fútbol es el cuarto o quinto deporte. Se sigue más la Premier. De la Liga se sigue al Barcelona y al Madrid, pero los demás no tienen tanto tirón.
Aunque la llegada de Messi habrá potenciado la expectación por el soccer…
Sí. Yo llegué un día antes de que el equipo se enfrentase a Messi.
Es verdad, y se lo hicieron pasar mal.
Sí, no sé cómo se nos escapó. Pero bueno, hasta entonces no había visto el estadio, a nuestra afición… Y me dijeron que no se había visto nada igual. Ni fuera ni dentro. Messi ha cambiado mucho la Liga.
Antes me hablaba de que tenía claro que su objetivo era la MLS. Pero me gustaría saber su opinión sobre el crecimiento del fútbol de Arabia. ¿Llamaron a su puerta?
Las órdenes que di a mi representante era ir a la MLS y esperar. Por suerte acabe aquí. Pero creo que no hubiera ido para Arabia, ya estaba pensando en ir a otros países si ni aparecía la MLS. El fútbol de Arabia está cambiando mucho, han ido grandes jugadores allí. Me parece un poco triste. En Arabia tampoco ha habido tanta afición como en el resto de países y ahora por dinero quieren llevar allí todo y por esa parte me da tristeza.
Mirando un poco hacia adelante, ¿le llama la atención el paso a los banquillos?
De momento no me tira. Después de tantos años ligados al fútbol necesitaré descanso. Verlo desde fuera. Cuando pase tiempo seguramente lo eche de menos y decidiré, pero de momento quiero disfrutar día a día y año a año. Y luego ya ver qué necesito.
¿Le veremos de vuelta en la Real?
(Risas) Como jugador seguro que no. Ya pasó mi etapa. Cuando salí del Madrid dije de volvería porque lo sentía. Ahora estoy en los últimos años de carrera y viendo el equipo en el que se ha convertido la Real es difícil estar allí.
Será un orgullo ser parte de ese crecimiento.
Sí, mucho. Creo que he sido importante en esa transición y ese crecimiento. He pasado muchos años allí y he visto cómo ha crecido el club, como equipo e institución. Zubieta también. Es algo bonito y vengo de allí. Ver a chavales entrenar con la ilusión de llegar a Primera es especial. Para mí es muy bonito vivir eso en persona.
Y por último, la típica. ¿Un resultado?
1-2. Take y Oyarzabal. El del Madrid, Rodrygo.