Hazard vuelve a nacer
El belga vuelve a actuar como titular ante el Mallorca 231 días después de serlo por última vez. La lesión de Benzema le abre la puerta a consolidarse en su nuevo rol de ‘9′.
El gol que Hazard consiguió ante el Celtic de Glasgow era el segundo que marcaba con el Real Madrid en la Champions desde que llegó en el verano de 2019. El primero, ante el Inter de Milán, había sido de penalti en 2020. En realidad, el belga no ha pasado de los 7 goles con la camiseta blanca en los 69 partidos que ha llegado a disputar, engullido hasta ahora por sus continuas lesiones después de que tuviera que ser operado, por segunda vez, en la zona del tobillo tras una fortuita entrada de su compatriota Meunier. Hazard se quitaba con ese gol un peso de encima. Volvía a ver puerta (no lo hacía desde el 20 de enero ante el Elche, en Copa), pero más que eso, conseguía cuajar una actuación redonda, por primera vez, en esa nueva demarcación que Ancelotti ha reservado para él, como delantero suplente de Benzema. Con el francés lesionado (no jugará frente a Mallorca y Leipzig, y es seria duda para el siguiente encuentro, ante el Atlético), el belga vuelve a estar en el foco.
“Ha hecho el partido perfecto. Marcó un gol apareciendo en la posición del nueve, asistió para dar otro y rompió líneas”, significó Ancelotti recién concluido el partido del Celtic Park en el que Hazard había sido protagonista tras sustituir al lesionado Benzema. El menudo belga no sólo había culminado una fantástica jugada, una sucesión de 34 pases del Madrid durante 96 segundos, sino que había aparecido con suficiencia por todo el frente del ataque recordando a aquel Hazard que deslumbró en el Chelsea y que llevó al Madrid a pagar 100 millones más otros 40 posibles por objetivos cuando le quedaba un año de contrato en Londres. “No esperaba este partido por su parte. Está motivado en los entrenamientos. Es importante para nosotros y ojalá pueda seguir en esa línea”, remachó Ancelotti sobre su partido de Glasgow.
Ese gol llegó en un momento clave para Hazard, pues comenzaba a dudar de su nuevo papel en el equipo por los pocos minutos que había podido disputar en los cinco primeros partidos del ejercicio. Sólo dos ratos de 32 y 7 minutos ante Celta y Almería que sabían a muy poco para el atacante, según deslizó su propio entorno en los medios belgas, después de que se esforzara como nunca en verano para llegar en la mejor forma posible tras las vacaciones y cumplir la promesa que le hizo a la afición en Cibeles durante la celebración del doblete: “Llevo tres años aquí, con lesiones y muchas cosas... Pero prometo que el próximo año voy a darlo todo por vosotros”, dijo entonces, embriagado por la celebración. Y poco después, en los medios de su país y de manera más reposada, borraba de un plumazo la posibilidad de salir en el mercado veraniego: “Todo el mundo sabe que tengo contrato hasta 2024. Mis primeras tres temporadas no han ido bien, así que quiero mostrarles a todos lo que puedo dar. Siempre ha sido un sueño jugar con el Real Madrid, y lo sigue siendo”.
Para apurar sus opciones y según ha podido saber AS, Hazard se refugió la mayor parte del periodo estival en su casa familiar de la pequeña localidad de Braine-le-Comte, donde nació, creció y dio sus primeras patadas a un balón. Allí contó con el asesoramiento de un preparador personal cuyo nombre no ha trascendido, aunque sí que forma parte del staff de la selección belga. Básicamente, Hazard trabajó la resistencia hasta conseguir volver al Madrid en su peso ideal y causar muy buena sensación en Ancelotti y su cuerpo técnico. Quizá por ese motivo el técnico italiano ha confiado en él y no ha pedido en los despachos el fichaje de otro delantero centro a pesar de las salidas de Mayoral y Jovic y de que no se cuente con Mariano.
Nueva vida para el belga.
La última operación a la que Hazard se sometió el pasado 29 de marzo para retirar la placa de su tobillo ha sido vital para que el belga afronte su futuro más cercano con mucho optimismo, aseguran a este periódico fuentes cercanas al propio jugador. La principal novedad es que “el dolor ha desaparecido por completo en la zona”. Por este motivo, ahora sí, Hazard puede trabajar su físico sin límites y la mecánica forzada de carrera ha desaparecido, y se supone que, con ello, las frecuentes lesiones de los últimos tiempos.
Para empezar, ante el Mallorca (mañana, 14:00 horas), Hazard volverá a ser titular 231 días después. Su último partido en el once inicial fue el 23 de enero, en la jornada 22 de la pasada Liga, ante el Elche. Formó tridente de ataque junto a Vinicius y Benzema. Al Madrid se le torció aquel partido en el Bernabéu y terminó empatando in extremis (2-2) con un gol en el descuento de Militao. El belga no sólo ha jugado poco en estas más de tres temporadas de blanco (69 partidos), apenas ha sido titular 40 veces y sólo ha jugado cinco partidos completos... Pero ahora todo es diferente. Hazard se siente renacer.
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