Hazard se reinicia
El extremo ha brillado con Bélgica en la Nations League, mostrando un fútbol atrevido, vertical y pleno de confianza. El belga no siente dolor y tratará de ganarse un puesto en el Madrid este curso.
Positivo, seguro, imbuido por un sentimiento de deuda. Así sonó Eden Hazard (31 años) en Cibeles en la celebración de la Decimocuarta. “Han sido tres años con lesiones, muchas cosas... Pero el próximo voy a darlo todo por vosotros”, prometió, micrófono en mano. Fue valiente el belga, pero a la primera de cambio ha aportado fundamento al discurso. En el reciente parón, con Bélgica, se ha visto otro Hazard, más irreverente, vertical y decisivo. Más próximo al Hazard galáctico que fichó el Madrid en 2019. El de La Louviére empieza a reencontrarse. Por eso se retiró el 29 de marzo la placa de titanio del peroné derecho que le atormentaba: para rehabilitar no solo su físico, sino también su mente.
“Ahora ya no me duele”, confesaba el belga a la Peña Madridista ‘Bélgica Blanca’ durante la concentración de los Red Devils en Tubize. Se nota. Frente a Países Bajos salió de inició y jugó 45 minutos, pero no tuvo tanta incidencia por la dominancia rival (1-4 para la Oranje). Sus partidos contra Polonia, en cambio, han estado lleno de detalles. En el primero se resarció Bélgica del vapuleo neerlandés y ajusticiaron y remontaron a Lewandowski y compañía (6-1) con una actuación sobresaliente de Eden. Asistió a De Bruyne, fue el faro que guio el ataque belga como alma libre en la mediapunta y se marchó ovacionado. No paró de entrar en juego, estuvo muy certero y preciso en el pase (31/35, un 89% de acierto) y el gol se le escapó por poco. “El viejo Hazard está volviendo”, auguraban desde su país. Una corriente a la que se sumaba el capitán belga tras el encuentro: “Siempre lo he dicho, voy a volver a ser el que era”.
Contra Gales (1-1) fue parte de las rotaciones, cada vez más habituales en la Nations League, y jugó solamente el tramo final (18′), pero en el segundo enfrentamiento contra Polonia este martes confirmó las buenas sensaciones. 67 minutos en los que se ofreció de manera incansable, buscó el desborde e incluso marcó un golazo de vaselina ante Szczesny tras un desmarque, aunque fue anulado por un fuera de juego muy justo. Su selección ganó en Varsovia (0-1) y mantiene vivo el sueño de meterse en la Final Four tras el comienzo tambaleante contra Países Bajos, líderes con tres puntos de ventaja sobre los de Roberto Martínez. Cuatro partidos y once días que han servido para ver la versión del extremo más cercana al pasado que se recuerda.
Reinvención
Hazard se marcha ahora de vacaciones con bríos renovados y una misión: ganarse el puesto a la vuelta. La última operación fue una apuesta por sí mismo y por volver a ser importante. Por devolver al club la confianza que mostraron al ficharle a cambio de 100 millones de euros (más objetivos). La competencia será feroz, puesto que habrá, si no hay movimientos, hasta cuatro jugadores luchando por un puesto. Benzema como ‘9′ y Vinicius en la izquierda, la banda que estaba diseñada para el brillo de Hazard, son inamovibles. De modo que es el costado derecho el que busca dueño. Asensio y Rodrygo compitieron el curso pasado y terminó siendo Valverde el que fue titular en los choques importantes. El belga deberá reinventarse y reiniciarse para ganar esta carrera a cuatro.
No es una demarcación que le es ajena a nuestro protagonista. Hasta en 68 ocasiones la ha ocupado a lo largo de su carrera, con un balance estadístico de 18 goles y 16 asistencias. Eso sí, la mayoría de ellas (40) vinieron en su etapa en el Lille, entre 2008 y 2012. En el Chelsea jugaría 22 veces como extremo derecho, mientras que en el Madrid lo ha hecho en seis oportunidades. Una de ellas, curiosamente, el choque copero ante el Elche del curso pasado que terminó decidiendo el propio Hazard con un gol en la prórroga. Tras los brotes verdes sembrados con Bélgica, le tocará empezar a recoger frutos desde pretemporada.