VALENCIA | HOMENAJE A MESTALLA
Guillot: “Lo mejor de Mestalla siempre fue el calor de su gente”
El exjugador del Valencia es uno de los supervivientes del primer partido europeo oficial que se disputó en el estadio ché ante el Nottingham Forest.
Mestalla está de celebración. El coliseo del Valencia se hace centenario. Después de cientos de partidos en territorio ché, el club homenajea su casa este viernes ante el Nottingham Forest. Rinde tributo el Valencia a su hogar ante el primer rival extranjero que disputó un partido oficial en Mestalla. Fue en la Copa de Ferias de la temporada 61-62. Han pasado más de 60 de años de aquel histórico partido de dieciseisavos de final que termino con la Copa en las vitrinas del Valencia.
Como homenaje a aquel bautizo europeo de Mestalla, el Nottingham vuelve a ser el invitado estrella. El Valencia pasó como un tornado aquella eliminatoria ante el combinado inglés. En la ida, en Mestalla, el equipo ché se impuso 2-0, con un doblete de Waldo. En la vuelta, el Valencia maravilló a Europa tras imponerse 1-5, con otro doblete de Waldo y un hat-trick de Héctor Núñez.
Vicente Guillot, uno de los pocos supervivientes de aquella eliminatoria, recuerda para AS aquel estreno de Mestalla en Europa. “Por desgracia, nos acordamos todos del partido de vuelta más que el de ida. Casi nos matamos en el avión cuando pasamos los Pirineos. Yo creo que llegamos a tocar el agua con las manos. Recuerdo que el techo del avión se vino abajo. Por la calle, al día siguiente, sólo se hablaba del accidente aéreo”, afirma Guillot.
El delantero, recordada la tragedia, repasa cómo era el viejo Mestalla, desde el césped a la tribuna, pasando por el palco. “El terreno de juego no estaba mal, pero comparado con el actual era un patatal. Aún así, estaba bien. Yo siempre digo que el que no juega ahora bien al fútbol en este césped es que no tiene ni idea”, bromea Guillot.
Las sillas de enea, tan características de la época, le daban lustre a la tribuna. “Esas butacas estaban en Tribuna, aunque recuerdo que había más gente de pie que sentada. Lo mejor de Mestalla es que su afición siempre ha estado pegada a los jugadores y eso es fundamental, el calor de su gente. Cuando veo algún campo con pista de atletismo me echo las manos a la cabeza. No lo entiendo. El Mestalla de mi época también se caracterizaba por lo cerca que estábamos de la afición. De hecho, el terreno de juego no se podía hacer más grande porque las gradas estaban muy cerca”, afirma Guillot.
El palco, los banquillos y el túnel de vestuarios han cambiado del todo. También la fachada, donde el hormigón ha dejado paso a grandes lonas que “le quitan el aspecto de frío al campo por fuera”, según Guillot. “Los vestuarios de ahora son gloria bendita, como el túnel de salida al campo, con alfombrita y todo. En el viejo palco yo sólo vi un partido y fue cuando me rompí la clavícula y no pude jugar. El palco de ahora es una maravilla, sobre todo por los aperitivos que ponen”, bromea Guillot, quien también tiene un guiño a las butacas de honor de la actualidad. “Son tan cómodas, que si no te gusta el partido o ves que juegan mal, puedes dormir un ratito”, asegura Guillot.
El exfutbolista de Aldaia vistió la camiseta del Valencia en 237 ocasiones. Pocas veces fue suplente. Ahora, afirma que casi “compensa” no jugar de titular por los “sillones tan cómodos que hay en el banquillo”. Aunque Mestalla ha cambiado mucho en su historia, para los supervivientes y los jugadores que pudieron disfrutar del estadio en otra época, la “esencia” y el “olor a fútbol” que desprende el campo del Valencia sigue siendo el mismo.