Gazzaniga, la base de la salvación

Paulo Gazzaniga no es el portero que más para de LaLiga. Tampoco, quizás, el más vistoso, pero sí que es de esos que dan puntos a su equipo. Los goleadores como Stuani, con total merecimiento, se llevan siempre los focos, pero Gazzaniga también ha dejado su rubrica en la permanencia del Girona. Ha sido la base de la salvación.

En el momento ideal, el bloque rojiblanco, se puso el mono de trabajo a nivel defensivo y cumplió con lo que pedía Míchel: dejar la portería a cero. Dicho y hecho en dos (contra Mallorca y Valladolid) de las tres últimas jornadas de Liga. Ante el Villarreal se rozó el objetivo, pero Etta Eyong, en el minuto 89, acabó con la resistencia. Desde el Girona se indica que el equipo siempre viaja junto, atacan y defienden todos, pero en estas últimas jornadas el verdadero muro ha sido Gazzaniga.

El meta argentino recordó al de la campaña pasada cuando era misión imposible hacerle un gol. Destiló seguridad, tranquilidad y excelentes paradas. Sin ir más lejos, el pasado martes contra el Valladolid lució y aseguró que el tanto de Stuani (0-1) valiese la salvación. Su segunda mitad fue para enmarcar cuando, primero, firmó una mano prodigiosa ante un disparo de Anuar (con 0-0 en el marcador) y, en los minutos finales, repitió ante un cabezazo de Mario Martín (ya con 0-1).

En el encuentro ante el Villarreal, Etta Eyong pudo batirle, pero hasta los minutos finales fue misión imposible. Para alabar quedó una doble parada inmaculada ante Ayoze. Sus intervenciones no se convierten en goles, pero sí permiten que el rival se desgaste y vea un muro delante. Deja vía libre a delanteros como Stuani para que hagan su trabajo y firmen la victoria. Las casas se empiezan por la base y la del Girona, con Gazzaniga, está bien asegurada.

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