Gattuso saluda a Almirón
El argentino regresa a la Liga entre críticas por parte de la afición del Elche; el partido le da “miedo” al italiano; Cavani busca su primer gol.
La última victoria de Jorge Almirón en Liga fue contra el Valencia, tres puntos con los que firmó el mejor arranque del Elche en Primera (sigue el partido en directo en AS.com). Su problema es que después estuvo 16 jornadas sin ganar; y claro, fue despedido. Ahora Bragarnik le ha vuelto a reclutar por las zancadillas burocráticas que se ha encontrado para fichar a Beccacece y el paso palabra de Bordalás. Así que el dueño del club ha hecho suyo el refrán de “más malo conocido que bueno por conocer”.
Almirón, solo hay que darse una vuelta por las redes sociales, ha caído como una guindilla en ayunas entre los aficionados ilicitanos, así que le urge resultados para quitarse los sambenitos de bienvenida, porque además su Elche es colista con dos puntos y le viene el Valencia de Gattuso y el Real Madrid.
Lo de Gattuso con Mestalla es inversamente proporcional a lo de Almirón con su afición. El italiano se ha convertido en lo que le dijo Guardiola que era Mourinho en sala de prensa. Lo que transmite su Valencia hace que los aficionados acudan en masa al estadio. Más de 6.000 entradas se han vendido, lo que hará que estén presentes más de 41.000 espectadores. La euforia tiene rienda suelta, de ahí quizás que Gattuso dijera “miedo me da este partido”. No quiere que los suyos se contagien y se confíen.
Gattuso busca lo que el Valencia no logra desde principios de marzo: sumar 6 puntos seguidos. En lo individual, Cavani trata de lograr lo que aún no ha hecho como che: un gol. Gattuso tiene entre algodones a Hugo Guillamón. Hoy se decidirá si juega. De lo contrario, Nico, al once. Quien no llega es Castillejo, así que otra oportunidad para Kluivert.
Almirón tiene la maleta por deshacer. Sólo ha tenido dos sesiones para preparar su vuelta a España. En el vestuario solo hay 12 futbolistas de su época y uno de ellos, Lucas Boyé, está sancionado. A priori apostará por un 5-4-1. O al menos eso es lo que espera Gattuso.