García Pimienta se despide esta tarde contra el rival favorito
Las Palmas ascendió hace 364 días contra el Alavés, su rival en esta última jornada liguera. Dejará el banquillo grancanario 105 partidos después.
Ni que fuera un suculento guiño del destino, acaso la manera más poética de acabar su vinculación con Las Palmas, García Pimienta se despide hoy de la entidad grancanaria ante el equipo contra el que, hace casi un año, el 27 de mayo de 2023, ascendió a Primera División. A los vitorianos les tocó subir un rato después, vía playoff, y ahora se planta el Alavés en la Isla sin necesidad de luchar por una gloria ya conseguida gracias a una más que sólida salvación. Nada que objetarle a los muchachos de García Plaza (sigue el partido en directo en As.com).
La cita de esta tarde supone la despedida de un entrenador que pasó de todo menos desapercibido por muy discreto y comedido que se le viera siempre. Y como recordó ayer él mismo, “consiguiendo todos los objetivos: playoff, ascenso y, ahora, la permanencia en Primera División”. Sin embargo, el desgaste puso fin a esta tierna historia de amor a tres bandas entre Pimienta, Gran Canaria y Las Palmas. Hoy, casi un año después de llegar la élite del fútbol patrio, dice hasta luego “un canarión más”.
La historia de amor que hoy se acaba fue también fue, claro, contradictoria. Ni siquiera después de ascender contra el Alavés hace 364 días estaba clara su continuidad. Un tira y afloja resuelto con una renovación por una temporada para culminar con éxito el trabajo iniciado hace 104 partidos, 105 con el de este domingo. Lunares, varios y bien localizados: duras derrotas contra el Tenerife, problemas con Viera y una racha actual de 13 partidos sin catar el sabor de la victoria. Nada que, sin embargo, le impidiera cumplir con las obligaciones impuestas desde los despachos amarillos.
Renovación
En octubre, con un mundo por delante y en plena crisis con Viera, llegó una renovación en diferido que nunca se produjo. La racha de 13 duelos sin sacar los tres puntos de una tacada, por mucha permanencia matemática que se haya conseguido, le dio al club una cierta posición de poder. Sin embargo, Pimienta proclamó ayer que “será difícil que me llegue una oferta mejor”. Tras el 0-0 de Cádiz que salvaba a Las Palmas tuvo claro que su futuro inmediato no estaba en la Isla. Pero hizo lo más difícil. Cumplió lo prometido y ahora se marcha después de rendir cuentas ante el rival mejor recordado. Qué bella manera de cerrar el círculo.
Economía
Aunque no haya nada en juego más allá de una posición determinada en la clasificación, la misma le puede reportar pingües beneficios económicos tanto a Las Palmas como al Alavés. Los locales, probablemente, noten una sacudida en el equipo inicial buscando Pimienta darle minutos a meritorios hasta ahora sin opciones como Curbelo, que acaba contrato, Álvaro Lemos o Fabio. Este último podría reencontrarse con Guridi tras la fechoría de este de hace un año, ni siquiera sancionada, que mantuvo al mediocentro grancanario de baja hasta el pasado mercado invernal. Será también, salvo sorpresa, la despedida de Álvaro Valles. Y quién sabe si la de Moleiro o Kirian, futbolistas con un gran cartel allende el Atlántico.
Mientras, en el Alavés hay un jugador lesionado, Sedlar. Se rompió el ligamento cruzado anterior y regresará en la pretemporada del equipo. También está tocado y descartado Kike García pero viajará con el grupo y hay otros tres que se pierden el choque por ciclo de cinco amarillas pero igualmente se desplazarán a Gran Canaria: Tenaglia, Benavídez y Antonio Blanco.
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