Figueroa Vázquez y el VAR indignan al rayismo
El colegiado andaluz señaló dos polémicos penaltis en contra de los franjirrojos (uno corregido por el VAR) y el Valencia terminó empatando. Ya le había pitado otros dos dudosos en Girona.
Llueve sobre mojado. El Rayo se marchó de Mestalla visiblemente molesto por las decisiones de Figueroa Vázquez y el VAR, que meses atrás ya se vieron envueltos en otra polémica cuando el andaluz le dirigió en Montilivi. El colegiado se convirtió en el gran protagonista del tramo final del encuentro ante el Valencia por sus decisiones. Para empezar, señaló un penalti en contra de los franjirrojos por un leve contacto de Comesaña sobre Diakhaby (76′), que éste exagera y Figueroa corrigió después de ser avisado desde la sala VOR.
Posteriormente, la polémica llegó por otro penalti, éste por una mano de Balliu dentro del área. El lateral derecho, con el brazo recogido ante un balón que iba dirigido contra su pecho, no daba crédito. El árbitro, que en primera instancia no lo apreció, fue instado a revisar las imágenes en la pantalla. Acto seguido, decretó la pena máxima en contra de los de Iraola. Corría el minuto 82 y Kluivert no perdonó el empate.
El técnico franjirrojo se tuvo que “morder la lengua” nada más terminar el choque. Iraola, siempre correcto y tranquilo, se mojó molesto por las circunstancias. “El penalti anterior, que pita en directo, es una pasada y el que llama el VAR para señalar esa mano... Pues qué quieres que te diga. Me estoy jugando lo mismo que ellos... Te marcan en el 82′ de esa jugada... No puedo decir nada. No puedo decir lo que pienso porque me van a sancionar. El fútbol se decide por estas cosas. Era cuestión de tiempo que llegara el empate, pero ha llegado como ha llegado...”, afirmó en DAZN.
Además, el vasco apuntó a que no era la primera vez que algo así les sucedía con Figueroa Vázquez: “En Girona ya tuvimos otra experiencia con penaltis y el mismo colegiado, de estos ‘penaltitos’ que no se pitan porque no tienen trascendencia”. De hecho, aquel 29 de diciembre, el colegiado les señaló dos penas máximas (más que dudosas) en su contra en Montilivi, en un partido que también terminó en empate. La primera de ellas fue por un pisotón de Fran García que tuvo que ser revisado por el VAR, mientras que la segunda, llegó por una mano involuntaria de Lejeune, que desvió un disparo que ya iba fuera.
La indignación por lo ocurrido en Mestalla fue creciendo en las redes sociales, donde el sentimiento generalizado del rayismo era de haber salido gravemente perjudicado. Más si cabe, después de que otras manos similares no se hayan pitado, como la de Gueye en el Cádiz-Sevilla del sábado. La realidad es que ese punto sacaba al Valencia del descenso y complica la pelea de los franjirrojos por engancharse a los puestos europeos...