En manos de Al Khelaïfi
El presidente del PSG debe desatascar las próximas horas las negociaciones para dejar libre a Herrera, que ha dado el ‘sí' al Athletic .
Entramos en los días decisivos para solucionar el fichaje de Herrera por el Athletic, no se quiere entrar en los últimos días de mercado para buscar la fumata blanca. Las cosas entre el centrocampista bilbaíno y el club están más que habladas, a falta de rematar los últimos detalles del contrato, situado en la escala salarial alta de la plantilla. Queda por precisar la duración, aunque las partes son proclives a un 2+1 con el año opcional de sencilla ejecución. Y ahora todo queda en manos de Al Khelaïfi. El presidente del PSG era inflexible hace días: el jugador tenía que salir y se pediría una cantidad, simbólica eso sí, por el traspaso. En caso contrario, iría al filial, de la quinta categoría.
Pero tras esa postura radical, el dirigente del club parisino ha dado un paso para desbloquear la situación con Herrera, al que le quedan dos años años de contrato a razón de seis millones netos por cada uno de ellos. También debe recibir un 40 por ciento de la prima de fichaje por llegar libre desde el Manchester United en 2019. En total, unos 16 millones netos. Para llegar a un acuerdo deberá renunciar al menos a la mitad de esa cantidad. El PSG está aflojando, ya no exige un traspaso, y las posturas se aproximan. En el Athletic Herrera percibirá una cantidad en compensación por llegar con la carta de libertad bajo el brazo.
Ander, que el domingo cumplió 33 años, dejó Bilbao tras abonar la cláusula de 36 millones. Se fue al United, donde acabó contrato e hizo las maletas al PSG. Ahora también le toca moverse, sin dejar ni un euro en caja, aunque es por una razón ajena a su voluntad. De hecho, quería agotar el contrato, que vence en 2024, pero la entidad tomó una postura de fuerza. Hace tres semanas apareció la opción del Athletic y se aferra a ella. Sería un acontecimiento su vuelta, y una incógnita la reacción de la gente, algo que estuvo a punto de verse con Llorente y Javi Martínez, que también tuvieron una salida ruidosa de Bilbao.