El vía crucis de Sinkgraven
Tras aquella lesión de Mestalla no levantó cabeza. El penalti que le hizo a Gundogan le sacó definitivamente del equipo. El neerlandés continúa lesionado.
Quizás por lo desconocido, tampoco es que Las Palmas pueda competir en el mercado en igualdad de condiciones, sorprendió el verano pasado la llegada del neerlandés Daley Sinkgraven, que venía del Bayer Leverkusen, a Gran Canaria. Fuera de los planes de Xabi Alonso, firmó en la Isla hasta el año 2025 también con la idea de que llenara el hueco que la entidad quería que dejara libre Sergi Cardona, que rechazó irse al Olympiakos, con quien la UD había cerrado un pacto de venta. De momento, toca esperar unos meses más.
De hecho, en lo que se definía el futuro de Cardona, la evidente opción preferente de García Pimienta para el lateral izquierdo, Sinkgraven fue titular ante Mallorca y Valencia, cuando su trayectoria se torció. Aquel 18 de agosto, segunda jornada liguera, tuvo que abandonar el partido a los 23 minutos para no recuperar su sitio nunca más.
Ocurre que Sergi Cardona, encorajinado por la insistencia del club en que marchara a donde él no quería, quiso quedarse en Las Palmas y cumplir el año de contrato que le queda, un vínculo que expira el 30 de junio próximo y que, salvo milagro de última hora, no será renovado. La importancia del defensa catalán es tal que suma 2.328 minutos sobre el césped, apenas superado en el equipo grancanario por Álvaro Valles (2.610, todos), Kirian (2.406) y Mika Mármol (2.390).
Sea como fuere, ahora que llega la Semana Santa, el vía crucis de Sinkgraven se mantiene. Aquellos problemas musculares se eternizaron y, renqueante, se tuvo que conformar con un hueco en el banquillo. El año 2024 podía suponer una nueva ocasión de buscar su lugar en Las Palmas, pero dilapidó su oportunidad demasiado pronto.
Ese 4 de enero, primera jornada de 2024, el Barça visitaba el Estadio de Gran Canaria. Las Palmas le plantó toda la cara que pudo y más al equipo de Xavi Hernández, que se impuso en el descuento tras una pena máxima que metió Gündogan. El penalti, discutido pero sobre todo evitable, fue obra de Sinkgraven, que además acabó expulsado en dicha acción. Desde entonces desapareció por completo de los planes de García Pimienta. Tanto, que no volvió a jugar hasta casi un mes y medio después, cuando la UD se llevó un sonoro revolcón en su visita al Atlético de Madrid (5-0).
Aquellos 16 minutos (245 en total), apenas 24 este año, solo estos dos partidos, trajeron consigo las últimas noticias sobre el 18 de Las Palmas. Las prestaciones de Sergi Cardona convierten en un imposible su presencia en el campo, más ahora que arrastra un edema óseo en su rodilla derecha. Salvo milagro, tampoco estará la semana contra el Barça, contra quien firmó el capítulo más destacado de su eterna penitencia vestido de amarillo.
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