El ‘teatrillo’ de Sergio Ramos
El camero fue convocado e incluso calentó durante el Sevilla-Betis, aunque en ningún momento se pretendía arriesgar con su lesión de sóleo. El ‘otro fútbol’, tan de los derbis.
La imagen de Sergio Ramos calentando en la banda del Ramón Sánchez-Pizjuán durante la segunda mitad del derbi soliviantó a la afición presente en el Ramón Sánchez-Pizjuán, pero el camero ni siquiera hizo amago de saltar al campo. Tal y como se esperaba desde hace días, y a pesar de su presencia en la convocatoria y en el entrenamiento del sábado, Ramos no disputó un minuto durante el encuentro de máxima rivalidad porque hacerlo era arriegarse a que el sóleo de su pierna derecha pudiera resentirse de manera fatal y poder perderle para mucho tiempo: no valía la pena correr el riesgo.
El Sevilla confía, pero no da por seguro que Sergio vaya a estar tampoco en perfectas condiciones para el retorno del parón internacional, el domingo 26 en San Sebastián ante la Real Sociedad. La dolencia que tiene necesita de la mayor delicadeza y saber siempre medir los tiempos. Casi desde que se le detectó la lesión, hace unas dos semanas, en Nervión se daba por hecho que el futbolista no volvería a jugar hasta finales de noviembre... Pero el ‘otro fútbol’, ése que precisamente predicaba el extécnico sevillista Joaquín Caparrós, parecía recomendarle para hacer de Cid ante el Betis, despertar a la afición propia y, si se daba, asustar algo al eterno rival.
Por eso Ramos se ejercitó con el resto del grupo en la sesión del sábado, aunque sin forzar en ningún momento. Y también por eso entró primero en una lista de 26 y luego otra final de 23, amplia convocatoria actual que permite incluso jueguecitos de este tipo. Marcos Acuña, que se encontraba en una situación parecida a la del camero, también pudo entrar asimismo entre los convocados, posiblemente para no darle a Pellegrini pistas de quién iba a jugar en el lateral izquierdo. Finalmente, como también se barruntaba, ese sitio fue para Adrià Pedrosa.
El retorno de Ramos seguirá en todo caso quedando en manos del futbolista, que a los 37 años y tras una larguísima carrera conoce su cuerpo al dedillo. Sobre todo, una lesión de este tipo. Hace dos campañas, durante su año de estreno en el PSG, Sergio vivió una pesadilla también por culpa del sóleo, en este caso el de la pierna izquierda. Apenas pudo sumar 17 encuentros oficiales y eso es algo que no quiere que le vuelva a pasar. De ahí que no forzara ante el Betis, por mucho teatrillo que se montara en los prolegómenos e incluso durante el partido. Después de que concluyera el derbi, el camero saltó al césped para saludar y departir un rato junto a Isco Alarcón, con el que compartió varios años en el Real Madrid. Seguramente, hubo alguna broma sobre todo esto.
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