El regreso con morbo de Bellingham
El crack inglés tuvo un primer derbi liguero en el Metropolitano discreto y ensombrecido por su patada a Correa. Aún no se ha estrenado como goleador contra el Atleti.
Si hay un partido que Jude Bellingham tiene atravesado en el espíritu, dentro de este inicio fulgurante como madridista, es aquel 3-1 en el Metropolitano en septiembre. Su primer derbi madrileño fue un tiro por la culata y aunque endulzó su experiencia con el triunfo en semifinales de la Supercopa, Jude también será un foco de presión ambiental hoy, como Vinicius.
Hay motivos deportivos, como el factor de que se ha convertido en el mascarón de proa del Madrid, pero también aquel derbi dejó magulladuras. Su partido discreto se emborronó por su patada, de pura frustración, a Correa. Una fea acción en la que se jugó su primera expulsión como madridista (Alberola Rojas lo sancionó con amarilla, pero el Atlético emitió un parte médico anunciando “un esguince grado I” en la rodilla del argentino) y que generó chispas. Azpilicueta se le acercó a recriminarle la entrada. “Esto no es juego limpio, y lo sabes”, le dijo en inglés, como captaron las cámaras.
Un mal día
Un retorno al Metropolitano con afán de borrar malos recuerdos. Porque fue un día malo en lo colectivo (es la única derrota blanca de la temporada) y del propio Bellingham, que hasta aquel derbi casi caminaba sobre las aguas. En sus tres primeras salidas como madridista (Bilbao, Almería y Vigo) había hecho cuatro goles y sido esencial en los triunfos en el Power Horse (1-3) y en Balaídos (0-1). Un inicio arrollador que se frenó en seco en el Metropolitano. Sólo un disparo contra la portería de Oblak y desviado... Quizá el único borrón en el imperial ejercicio de Bellingham con el Madrid en esta 2023-24 en la que se ha saltado el capítulo de la adaptación a un nuevo equipo, nuevo país y nueva Liga. Lo aprobó a la primera.
Bellingham no sabe aún lo que es marcar contra el Atlético, pero sus semis en Riad contra los de Simeone sí fueron a su (altísimo) nivel habitual. Tampoco vio portería en la final contra el Barça, pero la Supercopa mostró al Jude más trabajador y letal entre líneas, como su asistencia a Vinicius para el 1-0 a los azulgrana. Cinco meses después de su primer viaje al Metropolitano, el azar del sorteo copero permite a Bellingham enmendar la plana.
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