AMISTOSO | RB LEIPZIG 3 - LAS PALMAS 0
El RB Leipzig no perdona a Las Palmas
La presión de los alemanes asfixió la precisión de los amarillos. Los tres goles locales llegaron con recuperaciones cerca del área canaria.
Las Palmas saltaba al campo con su idea habitual, controlar el partido con la posesión e ir superando líneas de presión. Ante la baja de Fabio por lesión y Mfulu, quien todavía no ha disputado ningún minuto de liga, Kirian ejerció de mediocentro con Javi Muñoz y Loiodice de escoltas un poco más avanzados. Además de Viera cayendo desde el extremo izquierdo al interior. Esa medular marcaba el ritmo inicial e incluso se acercaba al campo rival, Pejiño pudo adelantar a los grancanarios con un latigazo en el minuto 10′ que obligó a la estirada de Blaswich.
Sin embargo, los de Marco Rose no parecían estar muy incómodos ante esa propuesta y es que a poco que los amarillos no estaban muy precisos en los pases en el centro del campo los alemanes eran capaces de pisar el área. Así vendría el 1-0, pero lejos de tener que recorrer una gran distancia, la descoordinación visitante ocurrió en el lateral del área.
Un saque de banda a favor de Las Palmas concluyó en el gol de Openda, tras una deficiente puesta en movimiento entre Lemos y Pejiño. El andaluz, muy presionado, acabó soltando un pelotazo que en vez de acabar en el campo rival lo hizo en el corazón de su área. Lo hizo cerca de Sergi Cardona, “ni tan mal”, pensaría, pero el catalán, en su intento por despejar de cabeza, volvió a colocar la pelota justo en el origen de los males, en el lateral del área con plenitud de atacantes rivales acechando. “Todavía se podía salvar la situación”, imaginó el zurdo. Kirian bajó el esférico al suelo con intención de cederlo a Pejiño. Pero Raum más atento que el extremo recuperó la posesión y de un solo toque centraba a Openda, solo en el segundo palo para rematar a placer. Quedaba la apelación del portero, y casi lo logra Valles, pero el disparo fue demasiado a quemarropa como para sacarlo.
Diez minutos después llegaría el 2-0, en la construcción de la jugada en el mediocentro Schlager presionaba a Kirian quien no supo sacar con rapidez a tremenda locomotora, el balón salía disparado hacia el vértice del área con el equipo amarillo desplegándose en ataque y los alemanes oliendo el desaguisado. El rechace caía a Werner que cedía de cabeza de nuevo a Schlager que venía disparado, y este de primeras a Openda, ya en el punto de penalti, que con dos quiebros con el cuerpo desactivó un potencial bloqueo de Coco, y por si fuera poco, cruzó la pelota con calidad al palo largo dejando sin respuesta a Valles, quien dio la batalla por perdida en cuanto vio cómo salió la pelota de la bota del punta.
A pesar de los dos goles en contra Las Palmas recuperó poco a poco de nuevo el pulso en los últimos minutos de la primera parte. Llegó incluso a lanzar tres disparos en buenas posiciones desde fuera del área. Sin embargo, la diferencia de ritmos y potencia era más que palpable.
Tras el descanso, García Pimienta daba entrada a Escandell y Sinkgraven. Con ello, el técnico quería darle una vuelta al centro del campo. El neerlandés pasaba hasta el extremo, Viera al centro y Javi Muñoz ocupaba el mediocentro. El exjugador del Leverkusen dejó destellos con dos recuperaciones cerca del área rival. Marco Rose, asimismo, daba entrada a Xavi Simmons, Poulsen, Seiwald, Carvalho, Sesko.
Los cambios no alteraron los equilibrios de poderes dentro del partido. A los diez minutos Raum recibía solo, abierto en la banda a unos 10 metros del vértice derecho del área de Las Palmas y ponía un centro medido a la cabeza de Sesko, quien se adelantaba a Coco y aún tuvo tiempo para picar la pelota y cruzarla al palo largo de Escandell que poco pudo hacer para evitar el 3-0.
Tras el carrusel de cambios propio de los partidos de pretemporada, en los últimos quince minutos se producía el estreno de Munir y Julián Araujo, quienes compartieron banda, el californiano desde el lateral y el madrileño en el extremo. El primero demostró su intensidad, el segundo su calidad. En el minuto 80, Moleiro, tras apenas diez en el campo se sentaba en el suelo, no podía continuar. Le sustituyó Benito y sin más sobresaltos fue acostándose el partido en el que se constató la diferencia entre ambas escuadras.