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LAS PALMAS

El punto de inflexión de la cantera

La llegada de Pepe Mel supuso un cambio de tendencia. Los amarillos pasaron de jugar en una ocasión sin canarios o canteranos en el once hasta hacerlo con nueve.

24/08/21 FUTBOL SEGUNDA DIVISION
UD LAS PALMAS ENTRENAMIENTO 
PEPE MEL
Carlos Diaz-RecioDiarioAS

Que Las Palmas es un equipo en el que la cantera está inserta en su personalidad se refleja cuando baja la marea y el acento canario no se siente en el césped. Barrancos de tinta corrieron en la época de Kresic, temporada 1999-00 cuando el croata no contó con ningún isleño en el césped. Años después el técnico que devolvió a Las Palmas a Primera ese curso comentaba en la radio pública canaria su memoria sobre ello: “No sé por qué había tanta sorpresa, ni canarios ni croatas. Solo jugaban los mejores”, comentaba el técnico sobre aquella situación.

En épocas más recientes hubo dos casos que también saltaron a la palestra. Con Paco Jémez en el banquillo, en la 2017-18, ante el Getafe con Las Palmas ya descendida. Partido en el que paradójicamente el tinerfeño Ángel Rodríguez dio la victoria a los madrileños. Un año después con Paco Herrera, de nuevo en Segunda, los amarillos saltarían al verde de nuevo sin un canario en el once titular. Dos veces en dos años. No dejaban de ser anecdóticos, pero algo más habitual de lo normal. No se asuste cuando vea un oso en la puerta de su casa una vez, hágalo cuando lo vea dos.

Sin embargo, en mitad de la deconstrucción en la que andaba Las Palmas, llegó Pepe Mel y con él la cantera volvió a recuperar el protagonismo poco a poco. Antes de que el madrileño se hiciera cargo del equipo, los grancanarios jugaban de media con 3,5 titulares isleños por partido o procedentes de sus filiales, lo que suponía un 32% del once inicial. Sin embargo, con su llegada este porcentaje subió al 48%, gracias a los 5,3 jugadores de promedio. Ya estaba cerca de la mayoría.

Esa brecha del 16% podría ser mayor aislando los diez partidos precedentes a la llegada de Mel, porque apenas en ese tiempo solo 22% de los futbolistas titulares habían pasado su formación en las islas. Fue en este periodo cuando se vivió aquella derrota sin ninguno en el once titular.

Esa disrupción vivida con Mel tuvo continuidad en el tiempo, el madrileño se hartó a dar oportunidades a futbolistas canteranos, más de veinte en tres años, y todo ese proceso cristalizó bajo el mando de García Pimienta. Superada aquella 18-19 en ninguna temporada los canarios nunca bajaron del 50% de canteranos de media por campaña en el once titular.

Yendo a las cifras desagregadas por partido en las últimas cuatro temporadas se marcó el mínimo de tres jugadores en cuatro ocasiones de 168 encuentros. Lo que supone poco más del 2%. El máximo, 9 jugadores, se vivió en doce partidos, es decir por cada partido que Las Palmas jugó saltó con solo tres canteranos o canarios en el once jugó tres encuentros con nueve.

Durante estos últimos cuatro campeonatos lo más probable era ver entre seis y ocho jugadores canarios o formados en las islas en el once titular. Era tan habitual que suponen el 80% de las alineaciones, 135 de 168 de los partidos. Es más, el 88% de los partidos tuvo mayoría canterana en el once inicial. En esta última temporada solo hubo un partido con menos futbolistas de seis. Fue en la derrota en Granada.

A todo esto habría que poner en relieve, el trabajo bajo el mandato de Tonono. Recuperar la base primero, en los momentos iniciales de su llegada a la entidad de Pío XII, el Universidad de Las Palmas competía de tú a tú por el talento local. Ampliar las miras a otras islas, segundo, y atraer talento peninsular, en tercer lugar, ha permitido agrandar las opciones para los entrenadores del primer equipo. De ahí los Kirian, Pedri, Moleiro, Valles, Sergi Cardona. Sin olvidar, la política de repatriación de jugadores canarios desde la mayoría de direcciones deportivas.