El peor presidente de la historia
Pese a su enorme inversión, nunca antes de Chen un máximo mandatario del Espanyol había firmado dos descensos. De los cuatro anteriores, tres dimitieron tras la caída a Segunda.
Ser el presidente que más ha invertido en la historia de un club (no de su bolsillo, eso sí, sino a través del conglomerado que dirige, Rastar Group) no lo convierte en el mejor. En este caso, precisamente el contraste absoluto entre el dinero depositado y los frutos desastrosos que ha dado hace que Chen Yansheng sea ya oficialmente, y desde el punto de vista deportivo, el peor presidente en los casi 123 años de historia del Espanyol.
Se trata del único que ha presidido dos descensos: el que se culminaba este pasado domingo por la tarde ante el Valencia y el que se produjo, después de que su equipo sumara únicamente 25 puntos, en la temporada 2019-20. En tres años, dos veces a Segunda, el lapso más breve en nueve largas décadas de Liga española. Y todo en un permanente cambio en los dos últimos cursos en Primera, de entrenadores (Vicente Moreno, Luis Blanco, Diego Martínez y Luis García), de directores deportivos (Francisco Joaquín Pérez Rufete y Domingo Catoira) e incluso de director general (José María Durán y Mao Ye Wu). De lo que se deduce que, efectivamente, no existe proyecto alguno.
Los cuatro descensos del Espanyol previos a la era Chen se produjeron con cuatro presidentes distintos, de los cuales tres dimitieron y el restante no lo hizo porque había asumido recientemente el cargo. El actual máximo mandatario ni dejó el club en 2020 ni lógicamente lo hará ahora, pues como propietario del 99,6% del capital social que es, sólo lo hará mediante una oferta de compra que supere su inversión, la cual ronda los 200 millones de euros desde su aterrizaje, en enero de 2016.
De Oliveras de la Riva a Perelló
Victoriano Oliveras de la Riva era el presidente en el descenso a Segunda de 1963, por lo cual abandono el cargo. Juan Vilá Reyes presidía al Espanyol cuando bajó en 1969, y meses más tarde también presentó su renuncia, en su caso salpicado a su vez por el escándalo Matesa. En 1989, fue Antonio Baró quien dimitió como presidente del Espanyol al día siguiente de que se materializara el descenso. Y en 1993, Francesc Perelló continuó, porque había aceptado el cargo sólo unos meses antes, en enero, con la temporada en marcha. Chen sigue y sigue.