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BARCELONA

El orgullo de Lewandowski

El polaco, dos goles en las últimas siete jornadas de Liga, se toma como un asunto personal silenciar a quienes piensan que, a sus 35 años, ha empezado el declive. “Creo que todavía puedo jugar al fútbol durante tres o cuatro años, porque físicamente me siento muy bien”.

Lewandowski se lamenta después de una ocasión.
ALBERT GEAREUTERS

Los cracks siempre ha vivido de desafíos personales. Robert Lewandowski, 35 años, está ante uno nuevo. Demostrarle al mundo del fútbol que todavía no ha llegado su declive. Algunos lo sitúan después del Mundial del año pasado. A Qatar se fue con 13 goles en 14 jornadas. Luego no pasó de los diez en las siguientes veinte fechas del torneo. Aun así, le dio para ser el máximo goleador de LaLiga y devolverle la hegemonía nacional al Barça, justo lo que Laporta le había pedido a su llegada.

Con sólo dos goles en las últimas siete jornadas que ha jugado, y tres partidos de Champions consecutivos sin marcar, algo que no sucedía en la última década, las alarmas se han encendido alrededor de un jugador al que, por primera vez en años, se le ve con ciertas dudas en el campo. Contra el Atlético estuvo en casi todas, pero se mostró errático. Un cabezazo en el que se orientó mal, un remate acrobático en el que conectó tarde con el balón. Hasta en la acción en la que estuvo magistral, una larga carrera al espacio en la segunda parte en la que luego sentó a Hermoso, cruzó el balón fuera ante Oblak. Ni él se lo creía. Xavi admitió al final del partido que estaba frustrado y Catalunya Ràdio aseguró que el futbolista había pasado malas horas después del partido, sin respuestas para explicarse su sequía goleadora.

En todos los estamentos del club hay un respeto reverencial a Lewandowski. Desde la directiva al vestuario, está considerado como uno de los grandes, goza de reconocimiento por su gran profesionalidad y Xavi le va a mantener el estatus de titular indiscutible, con o sin Vitor Roque. No estando en su mejor momento, le ha levantado dos partidos básicos al Barça en LaLiga (Celta y Alavés). Pero, el contrato que firmó, de cuatro años, sitúa el final del mismo cuando está rozando los 38 años. Eso sí genera debate. “Me siento muy bien, sé que todo ha ido bien, no solamente dentro del club, sino también fuera porque veo como los aficionados me apoyan. Siento que estoy en el momento y el lugar adecuados. No pienso en lo que ya gané o en lo que ya hice. Todavía tengo dentro ese sentimiento y esa pasión. Creo que todavía puedo jugar al fútbol durante tres o cuatro años, porque físicamente me siento muy bien”, insistió en unas declaraciones al Club del Deportista.

El caso, no obstante, se tratará a final de temporada. Por parte de la entidad, pero también del jugador, que no quiere arrastrarse. Hasta entonces, sin embargo, Lewandowski quiere demostrar que sigue estando en la cima. Después de la dolorosa resaca del partido contra el Atlético de Madrid, el ex jugador del Bayern ha tenido tiempo de limpiar la mente. El partido contra el Girona puede ser un buen momento para hacer un reset. Lewandowski demostró contra el Atlético, en ese último balón al espacio que no culminó de milagro, que está a un nivel físico aceptable. Le falta recuperar olfato.

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