El mito de Juanpe
El defensa de 33 años se estrenó el pasado martes en Champions y firmó un golazo de falta. Es su novena temporada en el club: ‘orgull gironí'.
El pasado martes, ante el Slovan Bratislava en la Champions League, dio la sensación de que al Girona se le alinearon los astros. Pese al cúmulo de bajas, el bloque rojiblanco superó al eslovaco con suficiencia destilando calidad, esfuerzo y orgullo. Míchel se rindió a sus jugadores tras el encuentro y no fue para menos. Montilivi vibró en lo que fue una fiesta del fútbol. El momento era el indicado tras días duros por la pérdida constante de efectivos. Las victorias, sin duda, que refuerzan y ayudan a ver el presente con mayor optimismo.
Contra el Slovan Bratislava fue un partido de ‘8′ (hubiese sido de ‘10′, pero las lesiones de Iván Martín y Van de Beek duelen). Aunque si a Juanpe le solicitan que ponga una nota no dudará: matrícula de honor. El central alargó su figura con un golazo de falta que levantó a la afición del Girona de sus asientos. En los segundos previos, una mística especial se sintió en Montilivi y cuando el balón entró en la portería del Slovan, se desató la euforia. Los gritos de “Juanpe, Juanpe” retumbaron en el feudo gerundense y es que fue la guinda. El central no se creyó la situación. Es más, como él mismo confesó, “cuando marqué, miré no sé cuántas veces al marcador para ver si era realidad”. Y vaya si lo era.
Fue un tanto especial. Y es que llegó, además, el día de su debut en la Champions League. Un círculo que se cierra para un futbolista que a sus 33 años (nació en Las Palmas de Gran Canaria), desprende, y ejemplifica, el ‘orgull gironí'. La actual es su novena campaña luciendo el escudo del Girona y es su casa. Ha vivido dos ascensos a Primera, el doloroso descenso de la 2018-19 y ahora está disfrutando en primera persona del mayor éxito de la entidad. Ese que también ha ayudado a construir. El tiempo dirá cuánto fútbol le queda (con el Girona finaliza contrato al final de este curso), pero lo que es seguro es que va a exprimir cada momento.
En los libros de historia el nombre de Juanpe lucirá cuando se explique el primer triunfo del Girona en la Champions League. Fue la recompensa al sacrificio, al esfuerzo y al trabajo sin pedir nada a cambio. Miguel, autor del 1-0 ante el Slovan Bratislava, no dudó: “Me alegro mucho por él. Aunque no juega demasiado (en Liga solo ha disputado 91 minutos), es de los que más trabaja y nunca pone una mala cara”. Predica con el ejemplo y, además, es de trabajo silencioso. Como con las faltas. Míchel pidió que la tirase él porque sabía de su potencial: “Es el jugador que mejor tira las faltas en el equipo. Tenía claro que iba a ir dentro”, apostilló Miguel. El propio Juanpe no lo tenía tan claro, pero “como las órdenes vinieron del banquillo la tiré. La verdad es que en un partido oficial nunca había metido una falta, pero entrenando sí. No fue mal: una de una’'. A Juanpe le queda cuerda para rato este curso y, sin ir más lejos, este sábado ante Las Palmas volverá a la que fue su casa. Y podría prolongar su momento especial: acumula 249 partidos con el Girona y el de este sábado sería su 250. Una cifra redonda.
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