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SEVILLA | ANALIZANDO A MENDILIBAR

El método Mendilibar, desde dentro: “No es jefe, es líder”

Nino, Borja Fernández e Iñaki Bea, quienes coincidieron con el técnico vasco, analizan a AS su forma de trabajar en el día previo a su debut como entrenador del Sevilla.

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Imagen de archivo de Mendilibar.
PAULINO ORIBEDIARIO AS

“Te puede gustar o no, pero va de cara, con sus verdades”. José Luis Mendilibar (Zaldibar, 62 años) es un hombre auténtico, pasional y con principios, un “loco del fútbol” que sabe lo que es dirigir a equipos en situaciones de dificultad. Empezó en categoría Preferente y fue escalando hasta alcanzar los 448 partidos en Primera División. Solo Valverde le supera de los actuales entrenadores de LaLiga. Pasó por clubes como Athletic, Osasuna, Levante o Alavés, pero fueron Valladolid, primero, y sobre todo Eibar, después, las ciudades que marcaron su carrera. Como jugador, llegó a saborear la Segunda División de la mano del Sestao y el Logroñés. “Era rapidillo y tecniquillo”, comentó en una entrevista a El País hace dos años. “Ahora, trato de hacerles ver a mis jugadores que si eres solo rapidillo y tecniquillo, trabajo no te puede faltar”.

Trata de incorporar mordiente a sus equipos. Razón de peso por la que la directiva sevillista ha confiado en él la difícil y comprometida tarea de salvar al equipo. Firma hasta final de temporada y llega con las ideas muy claras, con un estilo de juego muy marcado y con el objetivo de ser capaz de transmitirlo. “Insistía en jugar rápido, ser intenso, muy agresivo, con y sin balón”, comenta Nino. El almeriense coincidió con él dos temporadas (11-12 y 12-13) en Pamplona. En la primera, Osasuna fue séptimo en Liga y se quedó a las puertas de la UEFA. Nino asegura que “el vestuario iba solo” y que el culpable era ‘Mendi’. “Nos tenía a todos contentos y enchufados. El equipo hacía lo que él quería por esa forma de transmitir que tiene”.

Mendilibar, con Nino a su derecha, dirige un entrenamiento de Osasuna en Tajonar (11-12).
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Mendilibar, con Nino a su derecha, dirige un entrenamiento de Osasuna en Tajonar (11-12).MIKEL SAIZDIARIO AS

Al Sadar llegó en febrero de 2011 y se marchó en septiembre de 2013. Antes, tras empezar a hacerse un nombre en el Bilbao Athletic (99-01, Segunda División B), entre otros, dirigió a Lanzarote (02-04, Segunda División B), Éibar (04-05, Segunda División) Athletic Club (05-06, Primera División) y Valladolid (06-10, Segunda-Primera División). En Pucela, uno de sus hombres de mayor confianza fue el canterano madridista Borja Fernández. “Me chocó un poco, nada más llegar, por los métodos que tenía. Currabas mucho, pero todo con balón”. El vizcaíno fue pionero de una manera de trabajar distinta, muy intensa, pero centrada en la pelota. “Yo venía de Capello y Héctor Cúper, y el cambio fue abismal”.

“Currabas mucho, pero con balón. Yo venía de Capello y Héctor Cúper, y el cambio fue abismal”

Borja Fernández

Según Borja, “el trabajo táctico lo hace sobre los partidos, las posesiones, los juegos...No para mucho las sesiones y te hace comprender mejor las cosas”. Nino guarda el mismo recuerdo. “Los entrenamientos eran muy cortos, de 1 hora y cinco/1 hora y diez, como mucho, pero muy dinámicos. Quiere un equipo alegre con balón y que muerda sin él. El jugador tiene que estar conectado al 100%, no puede dormirse en ningún momento”.

La claridad de ideas, su principal virtud

Uno de los encargados de preparar, de forma conjunta, ese tipo de entrenamientos era Iñaki Bea. “Simplifica todo mucho. Te da libertad, te escucha y busca que la gente esté motivada”. El actual entrenador del Numancia fue segundo de Mendilibar en su segunda etapa en el Éibar, la más larga del vasco en LaLiga (15-21). Antes había sido jugador suyo en el Valladolid, y hoy sigue recibiendo sus consejos, pese al tiempo y la distancia. “Ve los partidos del Numancia y me hace crítica constructiva”.

Mendilibar e Iñaki Bea conversan durante su etapa en el Valladolid.
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Mendilibar e Iñaki Bea conversan durante su etapa en el Valladolid.FELIPE FERNANDEZDIARIO AS

Iñaki le conoce bien. Sabe de su impulsividad, pero también de su inteligencia. En la era de la sobreinformación y el hermetismo, el de Zaldibar aboga por “simplificar las cosas”. “¡Dice que no tiene ordenador, pero claro que tiene (risas)! Es un amante de las nuevas herramientas, pero sabiéndolas usar. No vuelve loco al futbolista”, matiza Bea.

“¡Dice que no tiene ordenador, pero claro que tiene (risas)! Es un amante de las nuevas herramientas, pero sabiéndolas usar”

Iñaki Bea

Su idea de juego era clara. Tanto, que 13 años después, Borja Fernández la recuerda a la perfección. “El sistema que más maneja es el 4-2-3-1. Le gusta la presión adelantada, ser vertical, robar el balón cerca de la portería contraria y tenerlo alejado de la propia”. Las estadísticas avalan las palabras del gallego. Durante las seis temporadas que el técnico ocupó el banquillo de Ipurúa, sin excepción, el Éibar fue el equipo de LaLiga que más pases completó en el último tercio del campo. En cinco de esas seis campañas, entró en el top-3 de conjuntos con más recuperaciones registradas, y en las seis, en el de equipos con más duelos aéreos ganados (lideró dicho apartado en tres de esos cursos).

“Balón al portero, no, Mendilibar”, le espetó un aficionado en el aeropuerto nada más llegar a Sevilla. Pues bien, vistos los datos, no parece que el vasco tenga como prioridad combinar en campo propio. Aunque Iñaki Bea puntualiza: “La situación ahora es distinta. Son otros jugadores”.

Mendilibar da indicaciones durante un partido del Éibar en Ipurúa.
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Mendilibar da indicaciones durante un partido del Éibar en Ipurúa.AMAIA ZABALODIARIO AS

Con todo, si algo buscará imprimirle al Sevilla, será intensidad y ritmo. “Le va a inyectar veneno, chispa, carácter. No quiere jugadores cómodos, quiere jugadores que vayan de verdad, que se maten. Es el entrenador ideal para buscar una reacción en el Sevilla”, asegura Nino.

Su temperamento es su seña de identidad. Vive los partidos apasionadamente y resultan incontables las veces en que se le ha visto gesticular o dar indicaciones de forma acalorada desde el banquillo. En el campo se transforma, pero fuera el vasco es otro. “Recuerdo que íbamos a Madrid y jugábamos a la pocha con los futbolistas. Es muy cercano. Hablas con el utillero del Levante y tiene buenas palabras para él; con el que organiza los viajes en el Éibar, y lo mismo...’Mendi’ no es jefe, es líder”, concluye Bea.