El lateral, una vieja anomalía del Real Valladolid

La manera en que el Real Valladolid ha afrontado el mercado recientemente cerrado ha terminado de abocar a Lucas Rosa a reconvertirse en el lateral izquierdo, una posición en la que sumó muchos minutos la temporada pasada y en la que en las primeras jornadas ha sido competitivo. Domingo Catoira explicó este martes que podía “haber incorporado algún jugador por número”, si bien se entendió “que no iba a cambiar en exceso la situación”, por lo que se optó por esperar al mercado de enero, dejando al brasileño en compañía de Chasco y a Pezzolano sin su reclamo.

Aunque el técnico había elevado su solicitud a un carácter público, dijo el director deportivo que había sido “partícipe” de cuanto había acontecido en la ventana de pases, por lo que se entiende que se habrá avenido a una situación que no es nueva, que en el Pucela ya se ha vivido; no exactamente en las mismas condiciones de ahora, pero sí con ciertas similitudes. No es Lucas Rosa el primer lateral al que las circunstancias llevan a competir en el lado contrario al de su lateralidad, pues en los últimos años ya vivieron algo así otros como Balenziaga o Moyano.

El ‘Expreso de Zumárraga’ recaló hace 13 años para competir por el flanco izquierdo de la zaga, el que le era natural, si bien la venta postrera de Barragán al Valencia, después de que se jugara el primer partido de Liga, modificó el escenario. El Real Valladolid firmó a Fernando Varela, pero el estado físico en el que llegó impidió que llegase nunca a debutar, y aunque Miroslav Djukic barajó alternativas como Tekio, Mongil y Felipe, ninguno le dio el rendimiento que deseaba, por lo que optó por el zurdo, que sí lo hizo, y que desde ese costado fue importante en el ascenso a Primera.

Años más tarde, en la temporada 2017-18, sería Moyano el reposicionado, aunque, en su caso, por un capricho de Luis César Sampedro, quien sí tenía laterales izquierdos, aunque no le gustara ninguno de ellos. Tenía a Ángel García, pero su desempeño no terminó de convencerle y salió cedido en enero a la Cultural Leonesa, pero sobre todo a Nacho Martínez, un futbolista con trayectoria incluso en Primera que estuvo en el ostracismo hasta que Sergio González lo rescató y le llevó a la primera plana. Con él, se terminó convirtiendo en uno de sus jugadores de cabecera.

Con todo, en Zorrilla se ha dado también una situación totalmente contraria a la actual, en la que han convivido hasta tres laterales del mismo lado. Sucedió, precisamente, en tiempos de Sergio, cuando, con los dos anteriores jugadores, coincidieron Antoñito y Pedro Porro, que apenas contó. Los avatares del destino quisieron que el verano siguiente los tres se fueran, llegando entonces Luis Pérez y Saidy Janko. Por cosas del fútbol, durante la Liga pandémica, a Sergio le tocó volver a improvisar con la posición, teniendo que usar ocasionalmente a Hervías en el lateral.

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