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REAL VALLADOLID

El inesperado protagonismo de tres retornados

Olaza, Kike Pérez y Sergi Guardiola contabilizan titularidades y minutos en las dos primeras jornadas cuando parecían llamados a salir del Real Valladolid.

Actualizado a
SEVILLA, 19/08/2022.- El centrocampista del Valladolid Kike Pérez (d) protege un balón ante Óliver Torres, del Sevilla, durante el partido de Liga en Primera División que disputadan este viernes en el estadio Sánchez Pizjuán. EFE/José Manuel Vidal
José Manuel VidalEFE

Las dos primeras jornadas de campeonato han deparado más de una sorpresa, o lo que podría haberlo sido a principios de verano. En la cabeza del aficionado medio del Real Valladolid probablemente no estaba o no cabía la posibilidad de que en las dos primeras fechas Lucas Olaza, Kike Pérez y Sergi Guardiola pudieran contabilizar minutos y titularidades como las de los dos últimos contra el Sevilla.

Las particularidades del actual mercado de fichajes ha favorecido que los tres se mantengan en nómina a diez días del cierre de la ventana de pases, después de vivir los últimos meses alejados de la disciplina blanquivioleta; el delantero, tras pasar la temporada completa en el Rayo Vallecano, y el lateral y el centrocampista después de recalar en el Elche el pasado mes de enero, después de un inicio de curso gris.

Precisamente Kike Pérez pareció tener un pie fuera después de completar una segunda mitad de campeonato bien valorada en el Martínez Valero; no tanto como para que los ilicitanos asumieran la opción de compra, pero parecía que sí como para que pensaran en adquirirlo. Sin embargo, desde la pretemporada ha estado integrado y enchufado, como se le vio ante el Villarreal en los buenos minutos que tuvo, que le hicieron ganarse el sitio en el once del Sánchez-Pizjuán.

Peor suerte corrió Lucas Olaza, quien estuvo a la sombra del exblanquivioleta Mojica y no se acabó de encontrar con una versión buena de sí mismo como franjiverde. En estas, la importante inversión realizada el verano anterior por el Pucela invitaba (también) a no regalarlo y, con un rol discreto, se ha ganado el apego de Pacheta, que le ha dado entrada en los dos partidos en lugar de Escudero.

Bien es sabido que el caso de Guardiola es particular; semejante en algún aspecto al de Kike Pérez, en tanto en cuanto daba la sensación de que acabaría allí donde terminó la pasada campaña, aunque los goles que hizo no le garantizaron el traspaso y, tras una pretemporada en blanco, se decidió que se quedara. Lejos de dudar, Pacheta le alineó a la primera y desde el inicio, mostrándose, como había dicho, propicio a encontrarle hueco y utilidad.

Con varios días por delante, la del delantero balear sigue siendo una salida posible, siempre y cuando aquel club que lo pretenda apueste de verdad por una operación que si hasta ahora no se dio fue precisamente porque nadie le otorgó el valor que cree que tiene el Real Valladolid, quien, a falta de poder afrontar otras operaciones, ha asumido de buen grado contar con tres activos que ya han sido útiles otros años en la máxima categoría.