El huracán Llorente
El madrileño vuelve a ser decisivo con asistencia y partidazo. Inicia de central y crea cuatro ocasiones, da 74 pases, cinco centros, pide un penalti... Mira al derbi en plena forma.
El mapa de calor de Marcos Llorente cansa solo con verlo. El madrileño es el chico para todo de Simeone, indescifrable para el Rayo en su posición sobre el césped. Primero como tercer central, dejando por delante a Nahuel Molina en un sistema que sorprendía por lo que venía aportando Llorente en ataque. Pero con la capacidad de asomar en área rival a libre albedrío.
Así llegó su centro ganando línea de fondo para encontrar el zurdazo de Julián Alvarez en el primero de sus tres goles para el triunfo rojiblanco. Llorente, asistente desde la banda como en el partido anterior del Metropolitano con su centro para Nico Gonzalez frente al Villarreal. Después vendría un doblete en Anfield, el primero como lateral y el segundo de centrocampista y el inicio del gol ante el Mallorca como delantero. Su disparo lo repelió Leo Román y lo embocó Gallagher. Participación directa en jugadas de gol en los últimos cuatro partidos. Un huracán, un torbellino.
Los ha completado todos. Como en sus últimas 25 apariciones de rojiblanco. Sin respiro, sin parar de correr, sin descanso y sin tocar el banquillo (su última vez fue en la suplencia contra el Athletic del 1 de marzo). Con apenas 64 horas para el derbi contra el Real Madrid. Su exequipo. Que le vio nacer como pivote. Hasta florecer con Simeone como centrocampista ofensivo, lateral, carrilero, delantero, central... Lo que su técnico necesite.
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En la segunda parte contra el Rayo fue adelantando su posición sobre el césped. Pidió un penalti de Pep Chavarría y fue el mejor del equipo en pases completados (74), pases en el último tercio (21), ocasiones creadas (cuatro), centros intentados (cinco), regates completados (dos) y el tercero en recuperaciones (cinco). Un esfuerzo encomiable para hacer coberturas y esfuerzos kilométricos. Un Llorente que llega al derbi como uno de los grandes argumentos del Atlético para poder dañar al Real Madrid. Mientras mira de reojo las listas de la Selección, que una tras otra olvidan su nombre. Un futbolista que puede ocupar cinco posiciones en un mismo partido. Y en todas rinde. El pulmón del Atlético.
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