El Halcón desata la ‘Valverdemanía’
El uruguayo se gana al vestuario y al madridismo. Está a medio camino de cumplir su ‘apuesta’ con Ancelotti y Kroos se rinde: “Fede es un top3 mundial”.
EI carnet de entrenador de Carlo Ancelotti puede respirar tranquilo. A mediados de octubre, Fede Valverde ya ha alcanzado la mitad de los goles requeridos en la ‘apuesta’ que mantiene con el italiano. Recordemos: que si Carletto no logra que el charrúa marque diez tantos este curso, el técnico destruirá su licencia como ídem.
La Valverdemanía puede darse por comenzada de manera oficial. Toni Kroos, después de dominar al Barça a su antojo, dio el pistoletazo inaugural en su Twitter: “Fede está en el Top-3 del mundo ahora mismo”. Cuando un campeón del mundo y cinco veces de Europa habla, los demás sólo podemos unirnos a la conga.
En tiempos en los que la factura de la electricidad sobrevuela el anillo de Júpiter, Fede Valverde es una fuente (casi) inagotable de energía. Pudo ser con el Átomo Ognjenovic, pero el Madrid la ha encontrado en un charrúa incansable. Lo mejor es que a Valverde, en las inferiores de Peñarol, le recriminaban justo lo contrario. Ser perezoso en el esfuerzo. Sí, le echaban en cara que tenía que correr más. “A veces se es inmaduro y sientes que jugando bien o dando un buen pase o pegándole bien al arco vas a jugar siempre, pero los entrenadores que tuve me fueron puliendo el juego y la cabeza. Ahora soy un jugador con mucha energía y es al revés ¡no paro de correr!”, explicaba la semana pasada él mismo en una entrevista en La Nación.
A Ancelotti le ha llegado un juguete de futbolista con las pilas puestas pero aún tímido. Su mujer, la omnipresente Mina Bonino, le reclamaba que se echara al monte y Valverde le ha hecho caso. De sus cinco goles, dos han sido (el último, el de ayer) desde fuera del área. Y también de los cinco ha manufacturado dos con la pierna supuestamente mala, la zurda. Sólo le falta estrenarse de cabeza. Todo se andará.
Casillas, un fan más
El resultado está a la vista. Fede empuja al Madrid y tiene a Uruguay soñando con dar en el Mundial aún más batalla de la que ya da de por sí siempre la Celeste. El madridismo, a sus pies. También leyendas como Casillas, que reapareció en sus redes para mostrar su devoción por el charrúa: “Yo quiero un Valverde en mi vida”. No es el único.