ELCHE
La llegada del Boyé al Granada está casi cerrada
El delantero argentino disputó ante el Villarreal B el que pudo ser su último encuentro como franjiverde; dejará ocho millones de traspaso fijo más otros dos en variables.
Elche y Granada ultiman los detalles para firmar el traspaso de Lucas Boyé. Aún no está cerrado. Se hará por 7 millones por el 70%, más dos en variables y una opción de recompra o venta obligatoria en caso de que llegue una oferta de 10 millones. Sólo faltan algunos detalles y que el club nazarí ajuste sus parámetros económicos con el control de LaLiga para poder inscribir al jugador en su plantilla.
La operación de venta del nueve del Elche está prácticamente perfilada. Boyé se despidió anoche del Elche y de su afición. Un centenar de seguidores le esperó en el aparcamiento del estadio y los más de 13.000 espectadores que se dieron cita en el Martínez Valero, en el encuentro ante el Villarreal B, le brindaron una sonora ovación cuando saltó al terreno de juego por última vez con la elástica franjiverde. Lo hizo con la intención de marcar su último gol como franjiverde, en la noche en la que alcanzó su partido número 100 con el equipo.
El Granada tiene al delantero como prioridad y Alfredo García Amado reconoció el interés y las negociaciones por el italoargentino antes de al victoria ante el Mallorca. La llegada de un nueve es imprescinble, aunque para ello habrá que aligerar la plantilla para no sobrepasar el tope salarial. La salida de Weissman es importante, pero también se espera que jugadores como Bodiger también abandonen la disciplina rojiblanca antes del 31 de agosto. En las oficinas de Los Cármenes se preveé un frenético final de mercado.
En el Elche, todo el mundo da por hecha la salida del delantero argentino. La operación está cerrada “al 99%”, según las fuentes consultadas. El técnico Sebastián Beccacece asume su salida como consecuencia de un mercado de fichajes que no se cerrará hasta la previa de la cuarta jornada de liga: “Son decisiones personales. Él siempre dio muestras de corazón y de estar aquí a pesar del bombardeo de ofertas y llamadas. Se ha comprometido para jugar. Si le toca salir, la gente lo va a respetar; y si le toca quedarse, lo va a disfrutar. Cada uno tiene sus objetivos y ofertas de Primera”.
El técnico argentino sólo piensa en “aceptar lo que toca porque el mercado es así” y reconoce que tendrán que rearmarse antes del próximo fin de semana: “Debemos saber sufrir, reconstruir y amigarnos con el caos; espero que lo caótico nos haga más fuertes y estar más juntos”.