El Girona vuelve al lugar donde perdió el tren europeo en junio
El Sadar sonrió a Osasuna al final de la temporada pasada en la pugna por la plaza de Conference League. Arrasate y Míchel muestran su admiración recíproca.
Los más nostálgicos recordarán el último enfrentamiento entre Osasuna y Girona en El Sadar, porque fue el día, el 4 de junio de 2023, en el que los rojillos lograron clasificarse de nuevo para una competición europea, 16 años después. Tan solo unos meses más tarde, las cosas han cambiado. El conjunto rojiblanco llega como la revelación de LaLiga y los rojillos quieren curar las heridas que les provocó la dolorosa derrota ante el Betis el pasado fin de semana. Míchel y su tropa llegan con distinto aspecto al feudo navarro. Tienen en once jornadas 19 puntos más que el curso pasado, en el que acabaron con 49: ya amasan el 57 por ciento del botín de la 2022-23. Es un bloque que juega de memoria y que no olvida que poco antes del verano Osasuna los despertó de un gran sueño. Por eso hay cierto ambiente de revancha (sigue el partido en directo en As.com).
Jagoba Arrasate tiene a toda la plantilla, a excepción de Juan Cruz, a su disposición y sabe que deben recuperar la solidez defensiva que les está faltando por momentos esta temporada. Es probable que el de Berriatua realice algún cambio con respecto al once que presentó en el Benito Vilamarín. Hace dos semanas se quitaron un peso de encima ganado al Granada en un Sadar que recibió una alegría después de muchos partidos viendo caer a los suyos sin la fortuna de ver tantos a favor. Un doblete de Budimir permitió a los navarros olvidar el negativo 4-0 encajado en el Santiago Bernabéu.
Más allá de este buen resultado en casa, lo cierto es que Osasuna llega de perder de formar cruel en el Benito Villamarín. Un gol de Isco en el tiempo añadido impidió a los de Tajonar sacar un punto del estadio sevillano. Las sensaciones no fueron del todo malas, pero los pamploneses se volvieron de vacío. Quieren por encima de todo, brindar una nueva victoria a su afición.
El Girona viaja a Pamplona con el cartel de (casi) intocable. En lo que se lleva de curso, el único equipo que ha sido capaz de ganarle ha sido el Real Madrid. Precisamente ambos comparten el liderato y es que este bloque de Míchel ha sumado nueve victorias, un empate y solo una derrota en las 11 jornadas disputadas. Los rojiblancos buscarán su décimo triunfo seguido para seguir demostrando que su buen hacer es, por si no lo es ya, una realidad y no una casualidad. En todo el curso pasado, el Girona sumó 13 victorias.
La puntuación actual de los gerundenses, tal y como explicó Míchel, es “brutal”. Pero lo que más quiere el Girona es seguir sumando. Ahora tiene dos partidos seguidos a domicilio, ante Osasuna y Rayo, y la plantilla los tiene marcado en rojo como punto de inflexión. Míchel advirtió que si son capaces de sumar, como mínimo, cuatro puntos de seis tendrán la opción de variar el objetivo y mirar hacia arriba.
En cuanto al equipo, Míchel recupera a Eric García y Pablo Torre. Solo el primero será titular y más tras la lesión de David López. El sistema será un 4-2-3-1 con Tsygankov, que volver a su estatus de titular. Por ello, Yan Couto retrasará su posición y formará en el lateral derecho. El resto, los intocables, con Miguel de lateral zurdo; Aleix García y Yangel en la medular; Savinho, que viene de firmar un gol de videoteca en la Copa y se confirma como una de las sensaciones de LaLiga, de extremo zurdo; Iván Martín de enganche; y Dovbyk de ‘9′. Respecto al último partido de Liga, ante el Celta, vuelven Eric García y Pablo Torre. Son baja los lesionados David López, Juan Carlos, Toni Villa, Borja García, Jastin, Joel Roca y Artero.
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