El espíritu de las Navidades pasadas visita al Espanyol
Moreno se reencuentra al mando de Osasuna con un club que le echó sin decoro tras haberlo subido. Como Manolo, que intenta evitar igual desenlace.
El final de esta historia está por escribir. Pero de sus personajes no hay dudas. Scrooge no puede ser otro que Chen Yansheng (o su réplica en Inteligencia Artificial), quien con su avaricia está condenando al Espanyol. Por ahora, a flirtear con el que sería su tercer descenso en un lustro (sigue el partido en directo en AS.com).
Lo recuerda la visita del espíritu de las Navidades pasadas, un Vicente Moreno que como Manolo González, el de las presentes, ascendió al equipo desde Segunda; y se lo recompensaron con un despido a dos jornadas de acabar una Liga en que había conseguido holgadamente la permanencia. Y todo, por ahorrarse unos euros de indemnización. El grado de sordidez del fantasma del futuro dependerá, entre otros capítulos, de lo que ocurra este sábado ante Osasuna, en el cuento de nunca acabar para los pericos.
No le queda otra a Manolo, que viene de dos dolorosas salidas con la eliminación copera en Barbastro y la derrota el lunes en Getafe, que ganar. Así de sencillo. Y de complejo. Al menos, actúa en Cornellà-El Prat, donde ha sumado sus cuatro victorias, copiando el patrón a domicilio de un Moreno que ha caído de pie en Pamplona, y eso que tenía la compleja labor de reemplazar a Arrasate. Tres puntos de 18 lleva el Espanyol, cuatro jornadas sin ganar, o tres sin perder si lo prefieren, Osasuna.
Pierde la escuadra perica a dos piezas clave, Omar y Jofre, ambos por sanción. Y a cambio recupera a Kumbulla, que cumplió su suspensión en el Coliseum, y vuelve a una convocatoria Calero. De los rojillos también Moncayola se lo pierde por cinco amarillas, mientras que Bryan Zaragoza, Arnaiz y Moi Gómez no viajan por sendas lesiones.
El que no fallará por nada del mundo a esta cita es un Puado al que un día Moreno definió como “el yerno perfecto” cuando lo tenía como jugador en el Espanyol y que ahora, sin acompañantes como aquel Raúl de Tomás al que tan bien manejó el entrenador, se ha reconvertido en máximo realizador blanquiazul, con cinco goles.
Se trata de la mitad de los diez que acumula un bestial Budimir, quien solo en las tres últimas jornadas ha marcado cuatro. Normal parece con esos registros que Osasuna asome por la zona europea. Ni Scrooge mete tanto miedo.
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