ESPANYOL-BARCELONA | INVASIÓN DE CAMPO
El Espanyol se expone al cierre y a una multa de hasta 600.000 euros
El Código Disciplinario de la RFEF alude a la responsabilidad de los clubes en invasiones de campo como la del derbi. Penalmente, la entidad perica puede incurrir en la Ley Mordaza.
Sobrevuelan en el imaginario colectivo de los pericos las imágenes del último descenso, ocurrido en los inicios del verano de 2020, cuando se reanudó la competición a puerta cerrada como consecuencia de la pandemia. Una situación que podría repetirse increíblemente sólo tres años después, pero no por motivos sanitarios, sino a raíz de los terribles incidentes sucedidos este domingo por la noche a la conclusión del derbi del Espanyol ante el Barcelona (2-4).
La invasión de campo protagonizada por decenas de seguidores del Espanyol, cuando los jugadores del Barça se encontraban en el círculo central celebrando el título de Liga que acababan de conseguir, acarreará al club perico una inexcusable multa económica, pero también puede comportarle medidas ejemplares que afecten al discurrir de sus próximos partidos en el RCDE Stadium, frente a Atlético de Madrid y Almería, en los que a priori se acabarán de dirimir las posibilidades de permanencia en Primera. Así lo recoge el Código Disciplinario de la Real Federación Española de Fútbol.
La “celebración de encuentros a puerta cerrada”, “clausura total o parcial del recinto deportivo” y la “celebración de partidos en terreno neutral” son algunas de las sanciones que se contemplan por la vulneración grave o muy grave del artículo 15, que atañe a la responsabilidad de los clubes en situaciones como la vivida el domingo. En este caso, especialmente en el epígrafe que afirma que “con ocasión de un partido, se altere el orden, se menoscabe o ponga en peligro la integridad física de los árbitros, jugadores, técnicos o personas en general”.
También juega un rol importante, en el tamaño de las sanciones, que se produjeran o no lesiones, así como “la apreciación de riesgo notorio de haberse podido originar”, y el “mayor o menor número de personas intervinientes”.
Más grave sería que se atendiera al artículo 76, que se refiere a la “omisión del deber de asegurar el correcto desarrollo de los espectáculos deportivos que impliquen riesgos para los espectadores o para los participantes en los mismos”. En tal caso, la sanción económica oscilaría entre los 18.001 y los 90.000 euros, y sobre todo se podría proceder a la clausura total del estadio “desde un partido a una temporada”.
Deberá el Comité de Competición, y probablemente también la Comisión Antiviolencia, atender con mucha atención al Informe del director de partido de LaLiga, quien redactó lo que vio con sus propios ojos durante la invasión, así como de los Mossos d’Esquadra, cuya Brigada Mòbil tuvo que medrar en los incidentes. No así el acta arbitral, pues Ricardo de Burgos Bengoetxea ya en el vestuario en el momento de los hechos, así que no reflejó incidencia alguna.
Como atenuante para el Espanyol figurará su continua colaboración con la seguridad privada, con las fuerzas del orden e incluso sus advertencias por megafonía, así como su posterior comunicado lamentando los hechos. Y que, según fuentes solventes, los Mossos habían pactado verbalmente con el Barcelona la inconveniencia de celebrar el título en el terreno de juego.
En paralelo, los Mossos elaboraban este lunes un informe para identificar a los individuos que saltaron al campo, quienes rompieron vallas y una cámara de televisión. Según la Agencia EFE, si se aprecia un delito de desórdenes públicos por alterar gravemente el orden público en un acto masivo se abrirá una vía penal, de la que se haría cargo la Conselleria de Interior de la Generalitat de Catalunya y en la que se aplicaría la conocida popularmente como Ley Mordaza, que contempla multas de 600 a 30.000 euros para sanciones graves y de 30.000 a 600.000 euros para las que se estiman muy graves.
Existe un precedente de invasión de campo en el RCDE Stadium, aunque de una índole muy distinta. Se trata del estallido de euforia que se produjo el 18 de mayo de 2019 al acabar el Espanyol-Real Sociedad que clasificó a los pericos para la Europa League. En aquella ocasión, y a pesar de que Antiviolencia proponía una multa de 10.000 euros, Competición acabó sancionando muy simbólicamente al club perico. Ayudó bastante el hecho de que en el acta arbitral se señalara el “carácter festivo”, nada que ver con la tesitura actual.
Illa condena los altercados
El líder del PSC, Salvador Illa, ha lamentado y condenado este lunes los altercados que se produjeron ayer al finalizar el partido entre el RCD Espanyol y el FC Barcelona. “En primer lugar, felicitar al Fútbol Club Barcelona por ganar la Liga. Y, en segundo lugar, lamentar los incidentes y remitirme a la condena que hizo el propio club”, ha indicado Illa, que es aficionado blanquiazul, al ser preguntado por esta cuestión en una atención a los medios de comunicación. “Sobre si el operativo estaba bien dimensionado o no, no tengo la información para poder responder, quiero pensar que sí. Los profesionales de los Mossos d’Esquadra han contado siempre con el apoyo explícito y claro de nuestra formación”, ha agregado.