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ESPANYOL

El Espanyol impugna a Catoira

Provocaron entre Rubi, un motivadísimo Embarba y el arbitraje el partido más infausto de la era Diego Martínez, poniendo en evidencia el “optimismo” exacerbado del director deportivo.

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El guardameta del Espanyol, Álvaro Fernández (i), sujeta al delantero colombiano del Almería, Luis Suárez, durante el encuentro correspondiente a la jornada 19 de primera división disputado ayer viernes en el Power Horse Stadium de Almería. EFE / Carlos Barba
Carlos BarbaEFE

El optimismo. “Si en verano era optimista, ahora más que nunca”, proclamaba este pasado lunes Domingo Catoira, director deportivo del Espanyol, arropado (o eso creía él) por las dos victorias consecutivas del equipo, por las cuatro jornadas sin perder. O como mecanismo de defensa de quien se sabe “culpable”, palabra que casualmente empleó para adjudicarse la autoría del fichaje del actual entrenador. Siempre competitivo y empático con el sentir de la afición, el Espanyol de Diego Martínez completó para desgracia de Catoira su encuentro más gris, pobre, aciago, que ni siquiera un misterio arbitral puede ocultar, con un MVP llamado Embarba al que se dio salida en verano. El fin de una racha, una primera vuelta con 20 insuficientes puntos y hasta el susto de Joselu tras anotar el 3-1. El director deportivo dispone de ya solo cuatro días para encontrar esos fichajes “que mejoren la plantilla actual”. Que no caerán del cielo. Igual que los tres goles del Almería.

Una dantesca reinvención del reglamento. El reglamento se reescribe cada jornada en LaLiga, como si se tratase de un campeonato caprichoso montado por un multimillonario. Esta vez fue el Espanyol el damnificado por una situación dantesca. En la reanudación, con 1-0, cometía presuntamente César de la Hoz un penalti por Edu Expósito y, tras minutos de deliberaciones, desde el VAR le mandaba Jaime Latre a Iglesias Villanueva revisarlo en el monitor. Mientras lo hacía –solo con tomas laterales, por cierto, cuando la trasera era la más concluyente–, se lo iban intercalando con imágenes estáticas de un presunto (si lo fue, sería por milímetros) fuera de juego de Joselu en el inicio de la jugada. Y decidió señalar órsay. ¿Desde cuándo los fueras de juego los revisa el árbitro principal? Y si lo que le quisieron consultar es si realmente esa infracción pertenecía a la misma jugada, ¿por qué entonces le repitieron la acción del posible penalti? Insultante, en cualquier caso.

La venganza de Embarba. Que el extremo reunía todos los números para completar una gran actuación ante sus ex ni cotizaba. Pero es que le salió redondo. Apenas cinco meses después de abandonar el Espanyol, protagonizó Embarba una actuación determinante. La implicación se constató a los tres minutos, en un viaje a Cabrera. A los 12′, merodeaba el gol con una acción de fuera para dentro, igual que la del 18′, con un tiro que rozó el palo izquierdo de Álvaro. Y a los 21 minutos, sin más dilación, puso el pase de gol a Luis Suárez. Omnipresente, en el 33′ aún pudo aparecer en todos los resúmenes con una espléndida acción en solitario que acabó con un chut alto. Y en el 60′, realiza el remate previo al 2-0. Reconocía Rubi en los instantes previos, en DAZN, que “no ponerlo en este partido hubiera sido un palo gordo”. Sabía de su motivación. El “palo gordo” fue para el Espanyol, que rearmó toda su banda diestra, Óscar Gil y Aleix Vidal, en el descanso.

El tiempo de la felicidad de Aleix Vidal. Lo de Embarba quema especialmente entre el espanyolismo porque la otra moneda de su trueque estival, Lazo, no aspira por ahora ni de lejos no ya a una actuación tan sobresaliente, sino siquiera a ser titular en este Espanyol. Era un partido de ex, comenzando por Rubi, en el que triunfó también un Baptistao que fue elegante en su no celebración del 2-0, y en el que no pudo hacerlo Aleix Vidal. El tarraconense, aunque apareció en la foto del 1-0 por su marcaje sobre Embarba, tuvo al filo del descanso –en el primer remate del Espanyol– un gol del que solo le separó un paradón de Fernando. A la vuelta de vestuarios ya había sido sustituido. Era su regreso a una Almería donde alzó el vuelo como futbolista de elite. Donde sueña con retirarse. Donde tiene habita su tiempo de la felicidad.

Embarba, durante el Almería-Espanyol.
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Embarba, durante el Almería-Espanyol.Carlos BarbaDiarioAS

La tecla que se atasca. Repetir lo que acababa de funcionar no le acaba de ir bien contra todo pronóstico a Diego Martínez, que contra el Athletic en la Copa tuvo que corregir sobre la marcha la defensa de cinco que tanto éxito le había procurado en Getafe, hace ahora dos semanas. Y que en Almería no tuvo ni de lejos la llegada, efectividad ni brillantez que el mismo once había alcanzado frente al Betis, en el que acaso haya sido el mejor partido del Espanyol con su actual técnico. Hasta el punto de que hizo Martínez dos cambios en la reanudación. Cuando parece haber dado con la tecla, el teclado entero se encasquilla y obliga a reiniciar la máquina.

Pierre-Gabriel debutará: ¿y alguien más?. Si se sobrepone de las molestias musculares que le dejaron en la grada del Power Horse Stadium, obviamente, el segundo fichaje del Espanyol este invierno ya sabe cuándo se producirá su debut. Con una antelación envidiable. Será el próximo sábado, en el RCDE Stadium y ante Osasuna, dado que Óscar Gil vio la quinta amarilla al borde del descanso. Ahora solo queda saber si será el único estreno ese día con la camiseta blanquiazul. Para empezar, porque Vinicius también se lo perderá por sanción. Quedan cuatro días de mercado y el Espanyol espera a que el Celta fiche a un sustituto de Denis Suárez para poderlo firmar libre, aguarda un acuerdo o no con el Sporting por José Gragera, en su defecto una entente con el Mónaco por Jean Lucas sin opción de compra obligatoria… Y este viernes pudo hablar cara a cara, en este caso el CEO, Mao Ye, con el propio Almería por Pacheco. Arde la ventana de invierno.