El Espanyol estudia si puede alojar al Cornellà en el RCDE Stadium
La nueva normativa obliga a los equipos de Primera RFEF a jugar sobre césped natural. El CEO perico “explora posibilidades”. El problema es el desgaste del césped, sobre todo en invierno.
Parecía histórica la fecha del 29 de octubre de 2014, de la que pronto se cumplirán ocho años. Lo fue, por ejemplo, para Raúl de Tomás, que aquella noche debutó con la camiseta del Real Madrid. Y también para la Unió Esportiva Cornellà, que actuó como local en el RCDE Stadium, en el partido de Copa del Rey frente a los blancos (1-4). Histórica, pero puede que no única. El Cornellà tiene serias opciones de convertir el estadio del Espanyol en su casa esta próxima temporada.
El club perico ya tiene esta situación sobre la mesa, trasladada desde el Ayuntamiento de Cornellà. No se trata de un brindis al sol, sino una salida al callejón sin salida en que las nuevas normativas de la Federación Española sitúan al equipo del Baix Llobregat. Desde este curso, 2022-23, todos los equipos de Primera RFEF deben jugar sobre césped natural, y el Estadi Nou Municipal sigue siendo sintético, uno de los pocos de la categoría. Es por ello que debe buscar otra sede, y el feudo del Espanyol se encuentra en el mismo municipio y a menos de diez metros de distancia.
“El Ayuntamiento nos ha trasladado esta necesidad de la UE Cornellà”, asentía este lunes Mao Ye, el CEO del Espanyol, durante la presentación de Vinicius Souza. “Como vecinos estamos dispuestos a explorar posibilidades para ayudar, dentro de nuestras limitaciones. Lo estudiaremos seriamente y veremos qué opciones hay para ayudarles”, argumentaba.
El principal problema de compartir estadio radica, precisamente, en el desgaste del césped, que ahora mismo se encuentra en proceso de regeneración. Las condiciones climáticas de Cornellà de Llobregat unidas a la orientación de la cubierta hacen que sufra sobremanera en los meses de invierno, en que apenas recibe luz solar, toda vez que se intenta paliar con focos funcionando a toda máquina. La sobreexplotación de ese manto podría causar aún males mayores.
Además, la solución que se adopte no será demasiado transitoria, ya que el Cornellà debería sembrar césped artificial pero también cumplir otros requisitos impuestos por la Federación a partir de la próxima temporada, como contar con un aforo de al menos 4.000 espectadores, lo cual doblaría la capacidad actual del Estadi Nou Municipal.