El dilema del lateral derecho

En pocos meses, al Madrid le llegará una cuestión: qué hacer con el lateral derecho. El asunto, de hecho, ya lleva tiempo siendo tema de conversación en Chamartín. Porque le ‘era Carvajal’ muestra síntomas de debilidad y con ellos, florece el runrún. Van diez temporadas seguidas del leganense galopando la banda del Bernabéu sin que nadie le haga sombra (Arbeloa se estrelló contra el mismo muro que Danilo y Achraf; por no mencionar los canteranos que lo han intentado). Carvajal ha sido implacable y fundamental en la consecución de cinco Champions. Es historia del club y eso nadie lo debate... pero su presente sí está dando mucho que hablar.

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Porque lleva toda la temporada sin encontrarse. Sin ser el velocista, el guerrero o el puñal de antaño. Grisáceo y cuestionado. Esta temporada el físico se está presentando más al límite que nunca: de los 40 partidos que ha disputado el Real Madrid, sólo ha sido titular en 23. Un diluvio de ausencias que no responde a lesiones, sino a rotaciones. Porque sólo ha tenido que pasar una vez por la enfermería (en enero acusó unas molestias en el aductor), cuando se perdió cuatro partidos. Todo lo demás no lo ha jugado por descansos... que ha necesitado. Porque en aquella lesión, el propio club reconoció que llevaba “tiempo sin encontrarse al 100%”. No recupera como antes. Todo es, inevitablemente, más lento.

Cásting de recambios

Hasta cinco jugadores han opositado a su puesto para los 17 partidos restantes. El lateral derecho que más le ha suplido esta temporada ha sido Lucas Vázquez, translúcido a estas alturas al ser preguntado sobre si se siente extremo o lateral: “¿Yo? Lateral, lateral”. Se ha reinventado y ya es el primer recambio del equipo. Pero en sus ausencias, la alternativa ha sido desplazar a Nacho a la línea de cal (seis veces ha tenido que correr la banda diestra este curso). Puntualmente jugaron ahí Militao (La Cerámica) y Odriozola (Cáceres). Quién no termina de dar el salto es Vinicius Tobias, cuyo estreno con el primer equipo continúa haciéndose de rogar. Sí jugó en pretemporada, pero lleva 0 minutos oficiales.

¿Y el año que viene?

Esa es la cuestión. La cesión de Vinicius Tobias llega a su fin este verano y el club deberá acometer su opción de compra (18 millones), si quiere que continúe. De no hacerlo, volvería al Shakhtar. “Lo estamos evaluando, tiene mucha proyección”, confesó Ancelotti en rueda de prensa. Pero el presente refleja que aún no lo ve preparado. Y que vaya a estarlo en tres meses, es una incógnita. También por La Fábrica viene cogiendo color Jesús Fortea, el canterano que rompió el pacto de no agresión Madrid-Atleti y que ya ha debutado con el Juvenil A de Arbeloa. ¿Problema? Tiene 15 años. Es una enorme apuesta de futuro, pero necesita más tiempo. No está, ni mucho menos, para un salto al vacío como el que sería tirar de él la temporada que viene. Ni se plantea.

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Así que en este sentido, los nombres propios se reducen. Carvajal, a sus 31 años, tiene contrato hasta 2025 (esta y dos temporadas más); por lo que, por mucho que se pueda estar cuestionando su rendimiento, aún le quedan años en Chamartín. La cuestión pasa por escoger a otro lateral derecho que, sin ir más lejos, podría estar llamado a ser el titular. Lucas Vázquez, que casi siempre cumple en la posición y con el que Ancelotti está encantado, no termina de zanjar el debate (verle como titular, fijo, siembra dudas), Nacho podría salir este verano (su futuro está más en el aire que nunca; “los minutos no van a influir en mi decisión”, dijo) y Odriozola, definitivamente, no cuenta. Así que el dilema está servido. Qué hacer con el lateral derecho la temporada que viene, esa es la cuestión.