El desafío de Rodrygo

Con talento, pero sin pólvora. Lo señalaban las sensaciones y confirman los datos: Rodrygo se dejó los goles en Riad. Ese fue el punto de inflexión en su temporada; el punto y final a su momentum. Entre dunas y rascacielos, perdió el cañón. Y no ha vuelto a encontrarlo. Desde la final de la Supercopa sólo ha marcado un gol (al Girona). Uno, en 13 partidos. Uno, en 69 días. Y aunque tanto sus compañeros como Ancelotti no cesan en arroparlo, recordando aquello de que es “mucho más que un goleador”, el atolladero ya invita al runrún. Y está frenando su desafío personal: llegar a los 20 goles. Un guante que aún aprieta. Una toalla que no tira.

Pero necesita encontrar el gol. Y ya no es ni siquiera para acallar el runrún, sino por una necesidad individual. Porque quiere, porque sabe que puede. Lleva 13 zarpazos esta temporada, siendo ya su segunda mejor marca como profesional. Una cifra notable, pero con trampa: le está salvando su sobresaliente noviembre-diciembre. Entre esos dos meses hizo ocho goles (el 62% de sus zarpazos este curso), llegando a encadenar cinco partidos rugiendo. Estaba on fire. Era Rodrygol. Gracias a esa racha su promedio goleador se mantiene en los 226′, muy cerca de la cifra del año pasado (marcó cada 202′). Pero llegó 2024, Arabia... y volvió Rodrygo. Un jugador cargado de talento y esfuerzo, pero desértico de goles. Mayday.

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El histórico de Rodrygo

Objetivo: 20 goles

Pese al delicado momento, Rodrygo mantiene su desafío en pie: quiere llegar a las dos decenas de zarpazos. Lo ve posible. “A mí me han enseñado que si le dices a alguien ‘piensa en todos los animales menos en el gato’, lo que hace es pensar en el gato”, dijo Carletto en rueda de prensa, escenificando que quiere evitar recordarle su ausencia de goles, aunque sea para picarle, porque eso puede obsesionarle. Pero la fijación ya es inevitable. Rodrygo apela a su metáfora particular: el bote de kétchup. En cuanto llegue el primero, el resto irán cayendo con facilidad. Es una cuestión de romper el hielo. Y bajo ese sentir, sostiene su apuesta de llegar a los 20 goles. De que esta sea la mejor temporada goleadora de toda su carrera deportiva (de momento el récord son los 19 zarpazos del curso pasado). También busca superar las 11 asistencias de la 2022-23.

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Margen: 11 partidos

Para conseguirlo, Rodrygo debe marcar siete goles en once partidos. Porque eso es lo que le queda al Madrid, salvo que alce la voz frente al City y fuerce, mínimo, unas semis de Champions, lo que elevaría el calendario a 13 (y con la final, 14). Pero ante tamaña hipótesis, se priorizan las certezas: quedan 11 partidos, seis en el Bernabéu (entre ellos, un Clásico) y cinco a domicilio (Mallorca, Manchester City, Real Sociedad, Granada y Villarreal). La recta para hacer el esprint final y, a la vez, el salto de altura: ante la llegada de Mbappé, Rodrygo se sabe como el eslabón más débil del once, el más factible de caerse. Y eso, en él, es una motivación. Alzar la voz en estos partidos, más que una necesidad, es una urgencia. Por su récord. Y por lo que pueda pasar a partir del 1 de junio. El terremoto.

Máximo goleadores esta temporada

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