El derbi de la Marina Alta
El Villarreal-Valencia dio el pistoletazo de salida con los familiares de Kiko Femenía y Gayà y los alcaldes de Sanet i Negrals y Pedreguer, sus pueblos.
Ocho kilómetros separan a Pedreguer de Sanet i Negrals, en la comarca de la Marina Alta, en el norte de la provincia de Alicante. Diez minutos de coche han distanciado a Kiko Femenía y a José Luis Gayà durante muchos años, sobre todo en sus inicios. Las dos localidades tienen a dos embajadores de primer nivel. Kiko y Gayà son un orgullo para Sanet y Pedreguer. Además, ellos presumen, siempre que pueden, de ser dos chicos humildes, de pueblo y orgullosos de sus raíces, aunque cada semana pisen los estadios más importantes del país. AS, un par de días antes del derbi de la Comunitat Valenciana entre el Villarreal y el Valencia, ha querido pulsar cómo se vive el partido de mañana desde el entorno más próximo de Kiko y de Gayà.
Los dos laterales, aunque se llevan cinco años, se conocen desde niños. En categorías inferiores no se enfrentaron. Pero sí lo hizo Álex Gayà, el hermano de José Luis, cuando militó en el Denia. “Kiko ha tenido una carrera espectacular, es para estar orgulloso. Lo conozco bien de la zona”, afirma Álex desde el campo de fútbol de Pedreguer, lugar del encuentro. Paco Femenía, el padre de Kiko, desvela que le hubiese gustado que su hijo jugase también el Pedreguer: “Mi ilusión era esa. Siempre que pasábamos por la autovía lo pensaba. Me parece un campo muy bonito, pero al final tuvo que empezar en Beniarbeig”.
A los jugadores del Valencia y del Villarreal también les une el sacrificio que tuvieron que hacer sus padres para que sus hijos pudiesen jugar en el Hércules (club con el que Kiko debutó en Primera) y el Valencia. Más de una hora de camino de ida y otra de vuelta, tres días a la semana, más el partido. “Yo tenía que cerrar el taller para llevar a Kiko a los entrenamientos”, recuerda Paco. “Mi padre también hacía un esfuerzo importante porque nos dejaba a mi madre y a mí en casa para llevar a José. El pobre tenía que estudiar y hacer los deberes de camino a Valencia”, recuerda Álex, quien admite que “todo el esfuerzo mereció la pena” al ver a su hermano portar el brazalete de capitán en el Valencia. Paco Femenía desvela que antes de los viajes a Alicante también se desplazaba a Valencia. Y es que Kiko estuvo “más de seis meses” en Paterna: “Iba a entrenar y llegó a jugar en las categorías inferiores del Valencia, pero su generación era muy buena y no dieron ninguna baja y Kiko quería jugar por lo que nos volvimos al Denia”.
En este punto entran en escena los dos alcaldes, que no se quisieron perder el pre-derbi con AS. De entrada, están de acuerdo en reclamar esa conexión directa con las grandes capitales de la Comunitat. “Si tuviéramos esa conexión directa en tren saldrían muchos más jugadores profesionales”, comenta Sergi Ferrús, primer edil de Pedreguer. “Las familias podrían organizarse mejor a la hora de llevarlos a entrenar a Valencia o a Alicante”, remata Ximo Gavilà, alcalde de Sanet i Negrals, el pueblo de Kiko, de solo 840 habitantes.
Volviendo a la Terreta, los familiares de Kiko y de Gayà admiten con orgullo el sentimiento de pertenencia que tienen por Sanet i Negrals y por Pedreguer. “A mi hermano le gusta mucho venir al pueblo y estar con sus amigos, también jugar a las cartas con la gente mayor. Lo del pueblo tira mucho y se lleva muy adentro”, comenta Álex. “Antes, yo decía que vivía en un pueblo cerca de Denia porque nadie conocía Sanet i Negrals. Ahora, a todo el mundo le suena cuando nombran a Kiko por la tele”, sentencia Paco. “En la Marina Alta no tenemos mucha gente que llegue a ser profesional y juegue en Primera y por suerte, este sábado habrá tres jugadores en el campo: Gayà, Kiko (si le respetan unas molestias en la espalda) y Pepelu, que es de Denia. Esto es un orgullo”, resumen Paco Femenía y Álex Gayà.
Los alcaldes también se acuerdan de los inicios de Kiko y Gayà. “Kiko siempre andaba con un balón en los pies cuando salía del cole, en la calle o en el polideportivo del pueblo”, asegura Gavilà. “Gayà comenzó a jugar en las escuelas deportivas de Pedreguer. Solo ha tenido dos colores: el azul del Pedreguer y el blanquinegro del Valencia”, asegura con orgullo Ferrús. “Bueno y también el rojo de la Selección. Gayà se merecía jugar esa Eurocopa, mala suerte por la lesión. Cucurella lo hizo bien pero Gayà es mucho Gayà”, reivindica.
Justo antes de la despedida llega el momento de hablar del partido. Varios miembros de la Penya Valencianista José Luis Gayà de Pedreguer animan el encuentro. A los peñistas y a los familiares obviamente no hace falta preguntarles con quién van. El alcalde de Pedreguer, una localidad eminentemente valencianista, tampoco. La pregunta es para Ximo Gavilà quien de raíz corta las dudas. “Yo voy con el Villarreal, allí donde esté Kiko el pueblo va a estar con él”, sentencia. “Esta vez, viendo como está el Valencia, igual el Villarreal nos hace un favor”, bromea Ferrús. La suerte está echada. Y si la espalda se lo permite a Kiko, el derbi de la Marina Alta también.
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