El Bernabéu estalla: “Los Negreira festejando la pasta que les cayó...”

Del llamamiento al estallido. Antes del silbatazo ya se descorchó la protesta. “¡Corrupción en la Federación!”. Una melodía que no es anécdota, sino norma. Un bis tras el derbi, donde ya hubo sonido de viento. Pero ahora con más fulgor. Un día más. Pero no fue un día más, porque la pitada fue enorme. Y global. Porque el caldo ha seguido cultivándose en hartazgo. Al duelo ante el Atleti se llegó tras la misiva dirigida a la RFEF (”Una adulteración de la competición que ya no puede ser ignorada”). A la visita del Girona, tras la (enorme) polémica en Pamplona (expulsión de Bellingham, investigación a Munuera Montero...). Los líderes, la Grada Fans, pero secundados por gran parte del estadio. Porque se había preparado el terreno: “El domingo, hagamos que el Bernabéu sea un clamor contra los herederos de Negreira. En el Minuto 12, agitad vuestras bufandas y pañuelos y gritemos juntos a una ¡CORRUPCIÓN EN LA FEDERACIÓN!’ Que lo oiga el mundo entero. #M12CorrupciónenlaFederación #M12Bernabeuclamor”. Todo ilustrado con una imagen de la roja a Bellingham en El Sadar. Y el domingo, el Bernabéu ha sido un clamor. Ni al minuto 12 hubo que esperar.

Ya se paladeaba. Los silbidos comenzaron a aparecer cuando los jueces pisaron el césped. Disparados, y mucho, cuando la megafonía les presentó: Guillermo Cuadra Fernández, colegiado del encuentro, y Mario Melero López, en el VAR. Justo antes de comenzar las loas ante los hombres de Ancelotti. Pero el súmmum poco después. Posaron los jugadores ante las pancartas colocadas por la RFEF: “Respeta al árbitro, respeta al fútbol”. Y ahí comenzó. Una pitada intensa. Prolongada. Y para nada baladí en el cuándo. Entendió la hinchada blanca que ese momento, con esa pancarta concreta, era el indicado para intensificar el fragor.

“Los Negreira festejando la pasta que les cayó”

Y en el 12′, de nuevo: “¡Corrupción en la Federación!”. Durante unos 25 segundos. No tan coral como lo anterior, pero con cánticos extra: “Hay que piratear, hay que piratear, hay que piratear, para que Tebas ya nos deje de robar”. El destinatario, evidente, un Javier Tebas que horas antes había llamado al Madrid “club llorón”. El siguiente, dirigido al máximo rival: “Cuando el Barça fue campeón, todo el mundo se extrañó. La gente se preguntaba cuánta pasta se dejó. Los Negreira padre e hijo, Movistar y Mediapro, todos juntos festejando la pasta que les cayó. Esto es así, Liga corrupta, y todos dicen que el Madrid tiene la culpa”. Alto voltaje en el Bernabéu.

Han sido 15 días entre protesta y protesta. Entre Atleti y Girona. Porque en la vuelta de Champions no hubo melodía más allá de la habitual. Tanto desde la afición como desde el propio club blanco se pone el foco en el arbitraje español. En las designaciones. Algo que ha calado y que, como adelantó AS, ha llevado a la RFEF a madurar cambios en el CTA en junio. Un relevo para Medina Cantalejo, presidente del colectivo arbitral, y Clos Gómez, responsable del VAR. “Rafael Louzán es consciente de que el CTA necesita una profunda renovación y la acometerá a final de temporada”, apuntaron fuentes federativas a este periódico. Pero el Bernabéu, como voz del madridismo, ha dejado claro su sentir en presente.

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