El aplauso de Mestalla a Lemar
El futbolista del Atlético recibió el cariño de la Grada de Animación, que volvía a abrirse tras el caso Vinicius, cuando se marchaba en camilla.
Thomas Lemar quedó tendido en el área del Valencia en el minuto 44. Desde un principio, por sus gestos de dolor, se intuía que su lesión no era poca cosa. Los servicios médicos del Atlético de Madrid pronto solicitaron una camilla para retirar al jugador hacia los vestuarios. Lemar abandonó el terreno de juego por el fondo sur de Mestalla, donde está ubicada la Grada de Animación. Fueron los presentes en esa grada quienes comenzaron los aplausos que acompañaron a Lemar durante su trayecto en camilla hacia el túnel de vestuarios.
Lemar, que sufrió una rotura del tendón de Aquiles por la que puede haber dicho adiós a la temporada o en el mejor de los casos a gran parte de ella, recibió el cariño y respeto de Mestalla, un estadio y una afición que a raíz de la repercusión del caso Vinicius fue vilipendiara de racista. El gesto hacia Lemar, sincero e improvisado, evidenció el respeto y la deportividad de la afición blanquinegra, todo lo contrario de lo que se dijo de ella. Inclusive tiene relevancia el lugar de origen de los aplausos, que nacieron desde la Grada de Animación, un sector del estadio que volvía a abrirse tras cumplir la sanción de tres partidos de clausura por los insultos que recibió Vinicius de unos aficionados que fueron identificados y que están siendo juzgados por ello.
El Valencia, que ha emitido un artículo elogiando la actitud de Mestalla tras el infortunio de Lemar, sufrió como institución las secuelas y ecos del caso Vinicius (el brasileño, de hecho, mantiene en su cuenta de Instragram un vídeo en el que se falsea el cántico de “tonto, tonto” por el de “mono, mono” en los subítulos). El club, que ha tenido problemas de imagen con alguno de sus patrocinadores, inició precisamente en los días previos al partido contra el Atlético una campaña contra la discriminación, publicando un catálogo para proyectar valores contra el racismo.