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SEVILLA

El 4-4-2, utopía de Mendilibar

Como sólo tenía dos delanteros, el técnico vasco abandonó la idea cuando llegó a Sevilla. Será difícil que disponga de muchos más atacantes la próxima temporada.

Actualizado a
Mendilibar, en el stage del Sevilla estos días en Montecastillo. El técnico parece obligado a abdicar del 4-4-2.
ALVARO RIVERODIARIO AS

Amigo del 4-4-2, de jugar con dos delanteros sobre todo en su último y más reconocible Eibar, José Luis Mendilibar tuvo que abdicar de esa idea en el Sevilla cuando llegó para rescatar a los nervionenses del abismo y volverles a hacer tocar el cielo con la séptima Europa League. La marcha de Kasper Dolberg en el mercado de invierno había dejado la plantilla con apenas dos atacantes puros: Rafa Mir y En-Nesyri.

“Hemos tenido sólo dos delanteros, por eso no podíamos jugar con dos. A Rafa Mir le decía, y se lo he vuelto a decir en esta pretemporada: aquí estáis dos puntas, así que si pongo a los dos y debo quitar a uno, luego no tengo a quién meter”, afirma el entrenador vasco a As. A día de hoy, y a pesar de la momentánea irrupción del canterano Isaac Romero en el primer amistoso del verano ante el Córdoba, no parece probable que Mendilibar vaya a disponer este año de tres delanteros de garantías.

Porque tanto Rafa Mir como En-Nesyri tienen serias opciones de abandonar Nervión durante las próximas semanas. Por el ariete murciano se han interesado un sinfín de equipos. El Sevilla prefiere un traspaso pero espera que alguno de los pretendientes pague al menos la ficha y amortización del futbolista, que asciende a entre cuatro y cinco millones de euros. Por En-Nesyri ha habido acercamientos y si llega una oferta convincente para el jugador y el club (alrededor de 40 millones), se producirá seguro la venta. De salir ambos puntas, Víctor Orta se vería obligado a firmar a dos primeros espadas para el ataque sevillista.

Está a prueba también otro ‘Romero’ de la cantera, Iván, que completó una buena campaña en el Tenerife. Pero sus hechuras como punta no son ni mucho menos las de un ariete y sí las de un jugador que puede jugar por detrás de la referencia. Mendi, que jugó con un 4-2-3-1 prácticamente siempre en sus dos intensos meses como entrenador sevillista, conoce bien este sistema: “En el Eibar hemos tenido a (David) Silva de mediapunta, o a Víctor (Fernández) en el Valladolid, que hacía de todo. Si los dos delanteros no son tan currelas hay que buscar otra solución”.