Aprobados y suspensos del Madrid en el Clásico: un canto coral casi perfecto
El Madrid superó al Barcelona en revoluciones. Benzema recordó su mejor versión un día antes de recibir el Balón de Oro y Valverde lució su fusil (ya lleva cinco goles). Kroos, brillante
Fue un Madrid sobresaliente. De blanco impoluto de no haber sido por un gol de Ferran Torres en la recta final. Todo lo demás fueron retales de un equipo que ya ha presentado, de manera, oficial, su papel de favorito al título de Liga. Benzema, el día antes de recibir el Balón de Oro en París, marcó uno y le anularon otro. Y Valverde, del que Ancelotti dijo que debía marcar diez goles o rompería su carné, ya lleva cinco. La tarde fue cerrada por un Rodrygo en sus trece: poco ruido y mucho rendimiento. El Clásico fue blanco.
Titulares
Lunin: sin portería a cero, pero puerta grande. Era su primer gran examen con el Real Madrid, tras encadenar cinco partido esta temporada por la lesión de Courtois y otros cinco entre cursos previos. No se mostró nervioso y frenó las acometidas azulgranas, a excepción del disparo de Ferran, ante el que ya no pudo hacer nada. Por el escenario y el contexto, sobresaliente.
Carvajal (87′): nada resume mejor su partido que la manera en la que se tiró al suelo para evitar que saliese un balón por banda… y la jugada acabó en el gol de Valverde. Fue la entrega elevada al máximo durante 87 minutos. No dar por perdido ni un saque lateral. Dembélé anduvo desaparecido y eso le halaga.
Militao: atraviesa su mejor momento y ya tiene tanta confianza, que no teme ni marcar a delanteros de la entidad de Lewandowski. Fue su sombra, el responsable de cortarle hasta el más mínimo metro y que el polaco se marchase de vacío.
Alaba: con la tarea de anular a Lewandowski en manos de Militao, a él le cayeron galones en materia de salida de balón. Y dio un nivel notable. Eficaz y sin asumir riesgos innecesario. Defensivamente, notable.
Mendy: uno de los grandes ‘señalados’ del once, pues la vox populi pedía a Rüdiger -con máscara y lo que fuese necesario- tras su error en Varsovia. Pero en el escenario más idóneo, hizo su partido más completo. Sobresaliente ante Raphinha; más defensivo que ofensivo. Inteligente. Este camino puede sofocarle incendios.
Tchouameni: gran partido, inconmensurable en defensa y valiente en ataque, reluciendo esa capacidad para ser un box to box impresionante. Como anunció Ancelotti, cada vez se le ve más suelto, progresando. Y esa es la mejor noticia para sí mismo y sus compañeros.
Kroos: firmó un clinic de pausa y orden. De como calmar las aguas después de un pequeño asusto y agitarlas cuanto tocaba desanclar el barco. Tomó siempre la decisión correcta y eso le hizo firmar su mejor partido en lo que va de temporada.
Modric (78′): sobresaliente, fino en las combinaciones y líder en las órdenes. En su línea, lo cual ya es mucho. El Bernabéu le regaló dos enormes ovaciones, una al ir a sacar un córner en la segunda parte y la otra, al ser sustituido.
Valverde: a base de meritocracia se ha ganado un asiento en el hall de los indiscutibles. Porque sus pulmones permiten a Ancelotti oscilar entre la verticalidad del 4-3-3 y la contención del 4-4-2. Es un 2x1, un futbolista comparable a pocos, en ese sentido. Su golazo es la culminación a un partido de matrícula. Otro misil a la red que le acerca a la defensa de goles que pidió Ancelotti.
Vinicius (84′): no fue su tarde más eléctrica, pero sí de las más sensatas. Sin gestos, lejos de polémicas o lances de que los suben una ceja a Carletto. Un notable que pudo ser un sobresaliente de haber acertado su mano a mano con Teo Stegen.
Benzema (87′): un día antes de recibir su Balón de Oro, marcó uno y le anularon otro. Se va pareciendo ya al Benzema que asombró la temporada pasada y que le ha patrocinado un billete ‘dorado’ a París. Más valiente para encarar y disparar. Más cacique. Un futbolista total, con capacidad para olfatear los rebotes, disparar y crear.
Suplentes
Camavinga (78′): partido correcto, de pocos alardes, aunque el Madrid dio un paso atrás con su entrada en lugar de Modric. Apenas tuvo participaciones.
Rodrygo (84′): acabó jugando como falso nueve, una posición a la que cada vez se va familiarizando más. Y provocó un penalti por pisotón de Eric García ante el que tuvo que intervenir el VAR. Lanzó y marcó. No se puede aportar más en menos tiempo.
Rüdiger (87′): el hombre de la máscara ya se ha ganado a Chamartín. Al salir a calentar se llevó una fuerte ovación y al saltar al campo, otra.
Asensio (87′): no tuvo participaciones. Otra vez recibió minutos residuales en los que no tuvo margen para brillar.