Dos años del Caso ‘Negreira’: el escándalo sigue vivo

El 15 de febrero de 2023, una información del programa ‘Què t’hi jugues’, de SER Cataluña, desató una tormenta en el fútbol español y en el FC Barcelona en particular. Hoy hace justamente dos años destaparon que la Fiscalía investigaba al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), José María Enríquez Negreira, por los pagos recibidos por el club azulgrana entre 2016 y 2018 y que en ese momento ascendían a 2,1 millones. Más adelante se conoció que los pagos empezaron en 2001 y que finalmente fueron 8,5 los millones que se le pagaron a través de varias sociedades.

Tras el conocimiento del escándalo, todos los implicados en el funcionamiento del fútbol español empezaron a moverse. El Departamento de Integridad de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) inició un requerimiento de información reservada a los responsables del Comité Técnico de Árbitros (CTA) y al FC Barcelona para conocer los detalles del caso mientras que el ex colegiado Xavier Estrada Fernández presentó una querella criminal contra José María Enríquez Negreira y su hijo, Javier Enríquez Romero, por un presunto delito de corrupción deportiva.

LaLiga, la RFEF y el Real Madrid se personaron en la causa, que fue admitida a trámite por el Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona y también la UEFA mostró gran preocupación por el caso, llegando a plantearse sancionar al club azulgrana sin poder participar en la Champions aunque finalmente les dieron luz verde tras un informe favorable de los inspectores de Ética y Disciplina del organismo que rige el fútbol europeo.

El Barcelona reconoció los pagos pero en todo momento defendió que los hicieron para recibir asesoramiento arbitral y por informes técnicos de los diferentes colegiados, además de seguimiento de jugadores. Informes que hacía el hijo de Enríquez Negreira, también imputado. El club azulgrana aseguró que jamás hubo la intención de influir en los arbitrajes ni de comprar a los árbitros ni alterar la competición. Lo hizo mediante una comparecencia de Joan Laporta ante los medios para defender al club junto a unas cajas que contenían 629 informes y 43 CDs y denunciando una campaña para “ensuciar la imagen del club”.

El delito de corrupción deportiva la Guardia Civil no la ha podido acreditar. Además de la corrupción deportiva, se investiga a los distintos presidentes del Barcelona, Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu por administración desleal y falsedad documental. Laporta quedó exculpado porque los presuntos delitos, para él, ya han prescrito. A lo largo de la investigación también han caído los delitos de cohecho y blanqueo de capitales.

El juez del caso, Joaquín Aguirre, mantiene que hubo “corrupción sistémica” en el estamento arbitral para favorecer al Barcelona. “Se presume por pura lógica que el FC Barcelona no pagaría al vicepresidente Negreira en torno a 7 millones de euros desde el año 2001 si no le beneficiara”, defendió en su último auto. Precisamente, el proceso sigue sin fecha de juicio porque la instrucción se alargó hasta el 1 de marzo y el juez Aguirre se jubiló el pasado mes de enero, siendo reemplazado por la jueza Alejandra Gil, curiosamente la misma que en el ‘BarçaGate’.

A día de hoy, no se ha podido demostrar ningún pago directo a los árbitros, que en sus declaraciones a la Guardia Civil mantuvieron que el FC Barcelona intentó obtener beneficios deportivos con los pagos al exvicepresidente del Colegio Técnico de Árbitros (CTA) pero que no lograron influir en los arbitrajes.

Pese a esto, la mayoría de clubes de LaLiga se han mostrado muy preocupados e indignados por todo este asunto y no acabaron de creerse las explicaciones que dio en su momento el presidente Joan Laporta. Sea condenado o no, la imagen del Barcelona después de la revelación de este caso ha quedado muy dañada, también a nivel internacional. Los pagos a un vicepresidente del CTA en activo, aunque fueran por informes, es éticamente reprobable. Dos años después, el escándalo sigue vivo y a la espera de juicio.