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Después de la fiesta... ¡Messi!

Aunque una mayoría del entorno del Barça ve imposible el regreso del argentino por su maltrecha economía y los saudíes han subido su oferta, Laporta se ve capaz de conseguirlo y cuenta con la complicidad de Xavi.

Messi, en un entrenamiento del PSG.
FRANCK FIFEAFP

Una vez que el Barça gritó que era campeón de su Liga número 27 en Cornellà y que los jugadores se dieron un baño de masas memorable en la rua de este lunes, Messi va a apoderarse una vez más del universo informativo azulgrana. El regreso del argentino, una cuestión futbolística, emotiva y casi de honor para el presidente Laporta, es el primer objetivo para arrancar el proyecto 2023-2024. Una noticia que tendría impacto mundial y que agitaría el verano del Barça en vísperas de su traslado a Montjuïc.

Es evidente que el Barça lleva moviendo algo alrededor de Messi en los últimos meses. A finales de marzo, el vicepresidente deportivo, Rafael Yuste, ya admitía que el club azulgrana estaba en contacto con el entorno del jugador. “Me encantaría que volviese”, dijo. Días antes, uno de los capitanes, Sergi Roberto, ya dijo que estaban esperando al argentino “con los brazos abiertos”. Durante la temporada, Xavi ya repitió en numerosas ocasiones que “el mejor jugador de la historia encajaría siempre” y también puso alfombra roja a un regreso que durante meses, y admitiendo la situación económica del club, pareció imposible. Así lo sigue siendo para una gran parte del gigante entorno del Barça, que considera que el regreso de Messi no es posible advirtiendo el escenario económico del club. Laporta no piensa igual.

El presidente del Barça anunció este lunes en TV3 que la relación con Messi se ha retomado y que el Barça puede competir contra quien sea. También contra los petrodólares de Arabia Saudí. En los últimos días, y según distintas informaciones, el gobierno saudí (todos los clubes de la liga profesional pertenecen al estado) habría subido la que ya era una astronómica oferta, que unos cifran en 400 millones de dólares por temporada y otros en 600. Para muchos, que Busquets se acerque al fútbol saudí podría ser una pista de que Messi también está más cerca. Para los saudíes es importante que Messi lleve el foco del fútbol a Arabia porque la elección de la sede del Mundial de 2030 es el año que viene.

Pero es evidente que, si regresa, el siete veces Balón de Oro y jugador con más partidos (778) y más títulos (35) en la historia del Barça, no lo hará por dinero sino por cerrar el círculo de una historia de amor que empezó cuando llegó a La Masia con 13 años.

Laporta cuenta con varios cómplices en la tentativa de regreso de Messi. El primero, por supuesto, es Xavi, que considera que, aunque el Barça haya arrancado una nueva era, Messi tiene encaje en un equipo con algún déficit de talento para tomar buenas decisiones con balón en el campo. También coge la fuerza la figura de Alejandro Echevarría, ex cuñado del presidente que mantiene una buena relación con Messi y, a su vez, con Deco, futuro director técnico del Barcelona. Messi también tiene cómplices para su regreso en el vestuario. Mantiene una excelente relación con futbolistas como Araújo, que ha ganado mucho peso específico en los últimos dos años, hizo migas con Pedri en su día y jugó una década con Sergi Roberto, que ya es el primer capitán del equipo. También, y pese a tener en su día alguna tirantez, cuenta con el respeto de Ter Stegen. Y Lewandowski, otro de los nuevos pesos pesados del club, ya ha dicho que le encantaría jugar con él.

Lo que sí sabe Laporta es que esta vez no podrá titubear. En caso de tomar la decisión definitiva de venir, Messi exigirá garantías de que su inscripción será posible. Eso sólo lo puede conseguir a través de LaLiga, que debe aprobar un plan de viabilidad del Barça que pasa por importantes ventas de jugadores. Por eso, la operación Messi no se dilatará mucho y en ningún caso se alargará hasta el mes de agosto. Laporta sabe que no puede fracasar como en 2021, cuando tuvo que echarse atrás a última hora y dejar al argentino con el bolígrafo en la mano y roto cuando tuvo que anunciar su adiós

Por eso, el Barça tiene mes y medio, lo que queda de mayo y junio, para acelerar las operaciones en el mercado, obtener el plan de viabilidad en la Liga, asegurar la inscripción de Gavi, que podría quedar libre gratis el 1 de julio, e intentar convertir en realidad el sueño de la gran mayoría de la afición del Barça. Ver a Messi de vuelta para, aunque sea en el Lluís Companys hasta noviembre de 2024 despedirse como se merece…, y aportando aún futbolísticamente, en el club de su vida.