De las plagas bíblicas a la profética eclosión de Isaac
El canterano lidera con goles y sacrificio el viraje radical de un Sevilla que ha mutado de marchito a rocoso. Halagos de Quique, Simeone y Ramos al ariete, seguido in situ por De la Fuente.
Desastre en lo deportivo, turbulencias en lo institucional y ruina en lo económico. Todas las plagas bíblicas han azotado esta temporada a un Sevilla Fútbol Club irreconocible después de una travesía exitosa con siete Europa League en sus vitrinas, la más reciente hace sólo unos meses, y 19 clasificaciones para jugar competición continental en los últimos 20 años. Todo han sido calamidades en un equipo que ha recurrido a tres entrenadores desde verano y que se iba irremediablemente al pozo de Segunda un cuarto de siglo después de su último descenso, aunque Almería, Granada y Cádiz están poniendo mucho empeño en que eso no suceda…
Pero se hizo la luz de la forma más inopinada posible con la profética eclosión de un canterano al que se le hizo hueco este enero al no concretarse la incorporación de Fofana. Isaac significa en hebreo “el que hará reír” y el ariete de Lebrija ha devuelto el ánimo a una grada rota por las malas nuevas. Hijo de Abraham y de Sara, el segundo de los patriarcas del pueblo de Israel fue concebido teniendo su madre 90 años (y 100 su padre). El Sevilla también era mayor hasta que este chico de la cantera, y otros como Juanlu, han cobrado protagonismo en la primera plantilla. A principios de curso, la media de edad creció más aún con la llegada de Sergio Ramos (37 años), que se unió a Jesús Navas (38), Fernando Reges (36), Ivan Rakitic (35 a punto a un mes de los 36)...
Los dos últimos se han ido y el plan pasa por rejuvenecer el plantel (y abaratarlo) con vistas a los cursos venideros. Y con Isaac Romero el plan empieza a funcionar, pues su puesta en escena, su advenimiento, ha sido gloriosa, con goles como soles que valen puntos (Osasuna y Atlético de Madrid), con asistencias que dan triunfos (Rayo Vallecano) y con un pundonor que contagia al resto de sus compañeros. Junto a En-Nesyri en sólo dos choques ligueros, se ha convertido en una de las parejas atacantes de moda de LaLiga y es el protagonista principal de un viraje absoluto en el Sevilla, convertido ahora en un bloque rocoso tras más de media campaña siendo un equipo marchito, mustio, perdedor.
Le ha cambiado la cara Isaac, que no es hijo de Abraham y de Sara pero sí profeta en su tierra, en Nervión, con un rendimiento fuera de lo normal en un solo mes: el 12 de enero debutó el lebrijano, un día después de ser inscrito en la plantilla de Quique Sánchez Flores, ante el Alavés. Ya venía apuntando hechuras de buena pelotero en los seis encuentros anteriores (cuatro ligueros y dos coperos), pero su actuación estelar lo elevó a los altares del sevillismo y no únicamente por el tanto: pudo poner el 2-0 en un franco cabezazo que remató a las manos de Oblak, en un derechazo que se estampó en la cruceta, dejó solo con una asistencia a Óliver Torres ante el portero rojiblanco, pegó un zurdazo tras una cabalgada en la segunda parte que a punto estuvo de ser el gol de la jornada, provocó un claro penalti de Nahuel no señalizado por el colegiado… y se dejó la piel en cada balón.
Gracias a su portentoso rendimiento recibió los halagos de compañeros y rivales. Quique Sánchez Flores lo ungió, cual profeta, como el jugador que “representa el camino de la recuperación”; Diego Pablo Simeone le dedicó unas palabras que seguro que habrán sonrojado al delantero sevillista: “Tiene todo lo que un entrenador quiere, mis felicitaciones para el chico”; y Sergio Ramos también enalteció el trabajo del chaval: “Siempre he estado muy encima de él. Si está aquí es porque viene haciendo las cosas bien. Le he dicho siempre lo mismo. Haz lo que sabes. Sé tú mismo. Es un tremendo orgullo tener a gente de la cantera en el Sevilla FC”.
El compromiso de Isaac, el chico que ya hace reír a la afición sevillista, es total y no sólo con el primer equipo, como demuestra el hecho de que acudiera con otros canteranos convocados por Quique a la charla que dio Jesús Galván, técnico del Sevilla Atlético, antes del derbi de filiales que se disputó ayer por la mañana en la Ciudad Deportiva Jesús Navas. De momento, está cumpliendo de largo su sueño de jugar y lucirse en el club de su alma.